Estafa y trata y tráfico de personas por redes sociales

El modo de delinquir se adaptó al desarrollo tecnológico y la presencia masiva de las redes sociales en la vida de todas las personas. Delitos como estafas, trata y tráfico de personas, entre otros, son atendidos por la División de Lucha Contra el Cibercrimen de la Fuerza Especial de Lucha Contra el Crimen (Felcc).

El jefe de la división Diether Chambi informó que la mayor cantidad de denuncias atendidas son por delitos de estafa. Entre las más recurrentes está el engaño de “las maletas”, donde generalmente las víctimas son de la tercera edad.

“Los delincuentes hacen un seguimiento a las cuentas de Facebook (generalmente) para identificar si entre sus familiares existe uno que viaje regularmente”, precisó Chambi.

Agregó que una vez identificada la víctima, el delincuente procede a contactar a la persona y le comunica que las maletas de uno de sus familiares fueron retenidas en el aeropuerto u otra institución.

El teniente Marco Soliz explicó que uno de los casos atendidos por cibercrimen fue la denuncia de una víctima, quien recibió una llamada de un supuesto funcionario de la Aduana Nacional de Bolivia, identificado como Yamil Z.

El sujeto aseguró a la víctima que las maletas de su sobrina estaban retenidas y para su devolución la persona debía depositar Bs 1.600 en una cuenta del servicio de “billetera móvil” de una de las empresas transnacionales de telefonía celular que operan en el país.

“El supuesto funcionario aduanero luego le exige que deposite otro monto de Bs 2.500 ante un supuesto problema de envió del equipaje”, aseguró Soliz.

El funcionario agregó que los delincuentes enviaron fotos de credenciales y una cédula de identidad del supuesto funcionario para ganarse la confianza de la víctima, para luego retirar el dinero depositado en ese sistema de billetera móvil y desaparecer.

Otra modalidad de estafa es el denominado “Remate de la Aduana”, el funcionario policial explicó que antisociales crean páginas falsas con el logo de esa institución donde promocionan supuestos remates de productos a bajos costos.

Además de ese ilícito, a través de las RRSS, la Dirección Cibercrimen identifica el “grooming” que refiere una serie de conductas y acciones emprendidas generalmente por un adulto, a través de internet, con el objetivo de ganarse la amistad de un menor de edad, generando un ambiente de confianza, una vez entablada la relación los delincuentes proceden a reclutar a sus víctimas para la explotación sexual.

Chambi explicó que otro delito cibernético es el “sexting”. En esta modalidad el agresor entabla una relación afectiva virtual o física a través de las RRSS, pero cuando la persona decide terminar la misma es víctima de extorsión por el antisocial que busca conseguir algún beneficio económico o sexual a cambio de no publicar imágenes o videos obtenidos durante la relación.

Uno de los casos atendidos con esas características por la dirección de Cibercrimen fue la aprehensión de Yonatan S. C., quien en el Teleférico rojo citó a la persona con quien presuntamente tenía una relación, para llegar a un arreglo.

La denunciante N.T.C. refirió que el individuo mediante un perfil falso le extorsionó a cambio de eliminar sus fotografías y vídeos en los que ella aparece desnuda.

Oficiales de la unidad de Cibercrimen recomendaron a los padres de familia hacer un seguimiento minucioso de las RRSS de sus hijos para entender los cambios de conductas de sus seres queridos y evitar que delincuentes continúen operando a través de internet.

La primera División de Cibercrimen del país fue creada el 25 de julio de 2018 en la ciudad de La Paz, en aquella oportunidad estuvieron presentes el ministro de Gobierno, Carlos Romero, el viceministro de Régimen Interior y Policía, José Luis Quiroga, el entonces comandante General de la Policía, Alfonso Mendoza.

Si bien los delitos cibernéticos no están tipificados a detalle en el Código Penal boliviano, ni se aprobaron normas para tratar denuncias por ciberdelitos, el Ministerio Público califica estos hechos con la figura de extorsión o amenaza.