Instalan detectores de rayos cósmicos
> Un nuevo laboratorio será instalado en una superficie de 13 hectáreas y continuará con la misión de observar los rayos cósmicos, pero con una mayor cantidad de detectores, 401 en total > Según los responsables del proyecto, serán incorporadas nuevas técnicas de detección, por su ubicación favorable a una altura de 4.740 metros y orientado al centro de la galaxia
Con la instalación inicial de 45 detectores en Chacaltaya, comienza un nuevo estudio del universo, el que se desarrollará en un laboratorio científico que por su ubicación se encuentra orientado al centro de la galaxia, donde se investigará el origen y la dirección de los rayos cósmicos provenientes del espacio exterior y la existencia de la materia oscura en el cosmos, además de profundizar la física solar.
El físico boliviano Mirco Raljevic informó que el experimento piloto llamado Alpaquita tiene previsto iniciarse en agosto de este año y forma parte del proyecto Alpaca que es ejecutado entre el Instituto de Investigaciones Físicas (IIF) de la Universidad Mayor de San Andrés (UMSA) y el Instituto para la Investigación de Rayos Cósmicos de Japón de la Universidad de Tokio.
“Fue el propio Premio Nobel de Física el japonés Takaaki Kajita que visitó Bolivia en 2016, quien afirmó que la instalación del laboratorio en Chacaltaya tiene una ventaja principal para el estudio de los rayos cósmicos por su ubicación y altitud en los que se encuentra”, recordó Raljevic.
Explicó que los rayos cósmicos son partículas subatómicas energéticas como los protones y fotones gamma que llegan del exterior de la tierra y penetran en nuestra atmosfera, al interaccionar con los núcleos del aire atmosférico, crean nuevas partículas como; el pion, muon, electrón, fotón, además de otros.
“En tierra se disponen de un conjunto de detectores de partículas en un área apropiado para determinar la dirección y la energía que tienen, y con la obtención de estos datos se realizarán los estudios”, detalló el físico que forma parte del proyecto Alpaca.
LABORATORIOS DE RAYOS CÓSMICOS
En Chacaltaya, ubicado a 5.420 metros de altitud, el Instituto de Investigaciones Físicas mantiene un laboratorio de Rayos Cósmicos desde 1952, y un Laboratorio de Física de la Atmósfera desde el 2011, ambos fueron reconocidos internacionalmente, se realizaron importantes contribuciones en el estudio de los rayos cósmicos que traen información de la galaxia.
El nuevo laboratorio que se instalará en una superficie de 13 hectáreas en Chacaltaya continuará las observaciones de rayos cósmicos, pero con una mayor cantidad de detectores, 401 en total, utilizando nuevas técnicas de detección y aventajando a otros del mundo por su ubicación favorable a una altura a 4.740 metros y orientado al centro de la galaxia.
Según la información del Instituto de Investigaciones Físicas se instalarán sobre la superficie los 401 detectores, el área de cada uno ocupa un metro cúbico, mientras que bajo tierra en sótanos se construirán ocho piscinas de concreto de 24 por 28 metros cuadrados, donde se introducirá agua filtrada que sirve de centellador para la detección de los rayos cósmicos.
CENTRO GALÁCTICO
En una entrevista anterior con EL DIARIO, el Premio Nobel de Física, el japonés Takaaki Kajita dijo que, “el observatorio en Chacaltaya, debido a su posición geográfica, se constituirá en el Centro Galáctico para estudiar los rayos gamma, provenientes del espacio”.
“El objetivo es detectar rayos cósmicos prevenientes del espacio en lugar de la luz visible, el objetivo principal es la astronomía gamma y el estudio de posibles cúmulos de materia oscura en nuestra galaxia”, explicó el científico japonés.
Los rayos gamma son radiaciones electromagnéticas de mucha energía que tienen un rol muy primordial en la astrofísica, ya que al carecer de una carga eléctrica no son afectados por los campos magnéticos y por ello apuntan, de la misma manera que la luz visible a la posición de la estrella que la emitió o su fuente de origen.
Los científicos del mundo están intrigados por el centro de la Vía Láctea, ya que en el sector se encuentra una colección de “objetos astrofísicos” únicos que incluyen un agujero negro supermasivo, enormes cúmulos de estrellas, filamentos magnéticos y púlsares.
En 2010, se ha descubierto dos inmensas burbujas de rayos gamma en el centro de nuestra galaxia, mientras que en 2015 se relacionó el exceso de estos rayos con la existencia de materia oscura, considerada una sustancia que no interactúa con la luz, es decir es perfectamente transparente y que contribuye al 27 por ciento de la masa total del Universo.
Básicamente se desconoce qué es, pero se sabe a que existe y que no puede ser detectada usando luz, este hecho despierta mucho interés en el mundo científico. Las investigaciones de los rayos gamma se iniciarán en agosto con el experimento piloto en Chacaltaya denominado Alpaquita y que forma parte del proyecto Alpaca.
Para la ejecución del experimento, se tiene previsto la formación de profesionales con grados de licenciatura, maestría y doctorados en el campo de la Física de altas energías, tanto en Bolivia como en Japón para la incursión en física nuclear, física médica, astrofísica, además de otras especialidades.
El Chacaltaya, ubicado a 37 kilómetros de la ciudad de La Paz con una altura de 5.400 metros sobre el nivel del mar en la Cordillera Real, perdió por completo su glaciar en 2009 por el calentamiento global, en el lugar se encontraba la pista de esquí más alta del mundo.
Los investigadores del Instituto de Investigaciones Físicas de la Carrera de Física de la Facultad de Ciencias Puras y Naturales de la UMSA que forman parte del proyecto son Hugo Rivera, Pedro Miranda, Mirco Raljevic, Martín Subieta y Rolando Ticona.
Edwin Conde Villarreal
(CienciaBolivia)
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