Ha causado extrañeza y protestas el hecho de que el Secretario General de la OEA dé su respaldo a la candidatura del presidente Evo Morales al señalar claramente: “sería absolutamente discriminatorio que Evo Morales no participe en las elecciones generales”. Una declaración que contradice totalmente su posición anterior, ya que en muchas oportunidades apoyó los resultados del Referéndum del 21 de febrero de 2016 y condenó la intención de repostularse por cuarta vez del candidato del MAS.
Las declaraciones que emitió en su momento sobre la urgencia de respetar la Constitución y las leyes fueron claras y terminantes, sin lugar a ninguna indebida interpretación. Él, como Secretario General de la Organización de Estados Americanos (OEA), expresó el criterio y sentimiento oficial de la organización que alberga a todos los países del hemisferio y dio razón al resultado del 21F que niega la repostulación y, además, respeta en todas sus instancias la Constitución Política del Estado y las leyes.
Desde que se anunció la visita del Sr. Almagro, justamente en días en que se realizaría la proclamación del presidente Morales y su acompañante, la ciudadanía susceptible no confió y, al contrario, supuso que “algo se traía entre manos”. Lo cierto es que jamás se esperaba reacción contradictoria semejante porque en Bolivia había la confianza de que el Secretario General de la OEA, hablando en nombre del organismo internacional, respaldaba completamente la posición del pueblo boliviano.
¿Qué o quién obligó al Sr. Almagro a cambiar un criterio que se sabía era firme y hasta de absoluta convicción sobre los derechos de los bolivianos expresados en el referéndum del 21 de febrero de 2016? ¿Debido a qué circunstancia ha cambiado de idea y ha expresado su total respaldo a quien, sabe muy bien él, no obra correctamente y pretende seguir en la Presidencia de la República de Bolivia? ¿Cómo, a partir de esta conducta, en América se puede seguir confiando en quien traiciona el criterio, sentimiento y posición del organismo interamericano?
Leer las informaciones y ver el conjunto de poses fotográficas y filmaciones televisivas en que el Sr. Almagro se muestra partidario del Sr. Morales, intercambia saludo y crea situaciones de absoluta confianza con miembros del partido de gobierno, causó más extrañeza. Son interrogantes que es difícil responder y mucho menos dar pábulo a conclusiones que, en todo caso, son de reproche, crítica y señal de desconfianza por parte de la colectividad nacional y, con seguridad, de las naciones integrantes de la OEA.
El Sr. Almagro ha traicionado lo que él mismo sostenía, lastimando la conciencia de la mayoría de los bolivianos, de los partidos políticos y de quienes creían en la honestidad, seriedad y altas condiciones morales del Secretario de la OEA.
Usurpado el 7 de octubre de 1970, por defender EL DIARIO |
Dirección:
Antonio Carrasco Guzmán
Jorge Carrasco Guzmán |
Rodrigo Ticona Espinoza |
"La prensa hace luz en las tinieblas |
Portada de HOY |
Caricatura |