El pulso de la Tierra

Es el título de una edición especial de la revista National Geographic, publicada el 2008, son varias secciones. La primera de ellas tiene el título LA CONDICIÓN HUMANA y en esta sección trata los temas relacionados con la población, la calidad de vida, el impacto humano y los recursos de alimentación.

En el inicio de esta sección, en dos páginas nos proporciona un dato impresionante: “las dos personas más ricas del mundo poseen una fortuna superior al PIB combinado de los 45 países más pobres”. Algo realmente impactante.

Continúa con el análisis sobre población. La primera cifra actualmente es un planeta habitado por 6.600 millones de habitantes, con dos siglos de crecimiento demográfico acelerado, de 1.000 millones de personas en 1800 a 6.600 millones en la actualidad, los que han dejado huellas indelebles en el mapa del mundo. Veintiún megalópolis con más de 10 millones de habitantes cada una, pero la mayor parte de la población urbana reside en miles de ciudades con menos de 500.000 habitantes.

En este comportamiento sobre la población: “las poblaciones jóvenes crecen con rapidez. A medida que las sociedades envejecen, las tasas de crecimiento bajan y la población se estabiliza, como resultado de una mayor esperanza de vida y un menor número de hijos”.

Otra característica es que urbes más grandes siguen creciendo y en su expansión ocupan terrenos rurales y engloban ciudades y pueblos vecinos, sin embargo las mega ciudades concentran todavía a menos del 5% de la población mundial. Las ciudades más pequeñas están creciendo mucho más rápido.

En los países en vías de desarrollo surgirán otras 73 ciudades de entre uno y 5 millones de habitantes entre 2005 y 2015. En Asia 37, en África 20 y en América 16, y en 2030 concentrarán el 80% de la población urbana del mundo. África es el continente menos urbanizado, pero en 2030 su población urbana superará a la de Europa.

Prosigue con los desafíos de las ciudades en expansión. Señala: “El milenio urbano comenzó en una era de chozas. En cierto sentido los barrios marginales de las grandes ciudades son un claro testimonio de la perseverancia y el ingenio humanos, ya que vivir en condiciones tan desesperadas es una muestra de gran fortaleza. Una de cada seis personas, aproximadamente, se afana por subsistir sobre laderas inestables, en riberas propensas a las inundaciones, en las calles de las ciudades o en vertederos, expuesta a la contaminación, la delincuencia y las expulsiones masivas”. (Lo anterior parece una fotografía de lo que sucede en La Paz y una prueba fehaciente es lo acontecido en Alpacoma).

En todo este panorama mundial, la revista titula en otra sección: “El bienestar todavía es privilegio de una minoría”. Señala que las investigaciones utilizan diferentes criterios para cuantificar la calidad de vida, desde sencillos cálculos basados en: la brecha de los ingresos y el consumo de alimentos, hasta evaluaciones más subjetivas. Prosigue: “con casi cualquiera de los criterios empleados, y en la mayor parte del mundo, se observa una tendencia dominante: la brecha entre ricos y pobres sigue creciendo. Un ejemplo claro, en Estados Unidos, desde los años 60, el 20% más rico de la población se ha enriquecido un 50% más que el resto de la sociedad. El mejor ejemplo.

En el próximo artículo rescataré otros aspectos de este interesante aporte internacional.