Al ser la ceremonia del té uno de los elementos más representativos de la cultura tradicional japonesa, esta costumbre social y estética fue recreada por la maestra Keiko Souma, de la Escuela Urasenke, de Tokio, quien arribó al país atendiendo la invitación de la Embajada japonesa.
En la mesa fueron dispuestos los utensilios principales como el cha-wan (tetera), el chai-re (recipiente para el té), el cha-sen (agitador especial de bambú) y cha-shaku (cucharón de servir).
Seguidamente, siguiendo las instrucciones de la maestra Souma (ataviada con un elegante kimono), los invitados degustaron el té verde (matcha).