El fantasma de la crisis económica

El espectro de una crisis económica de agudos ángulos se perfila para Bolivia y naciones periféricas y se anuncia acontecimientos de significación para fines de este año y principios del siguiente; y si ciertas autoridades dicen que se vienen dificultades, otras creen que todo marcha viento en popa, a toda vela.

Informaciones negativas provienen de fuentes externas, como la “guerra comercial” entre EEUU y China o internas como las del Ministro de Economía que afirmó que se vienen días difíciles, distintos a aquellos tiempos de oro, cuando hubo altos precios de las materias primas, de los que gozó y no aprovechó el gobierno de Evo Morales.

Entre los aspectos preocupantes, se presenta un dólar más caro, que debilitará nuestra moneda y producirá caída de la bolsa y, en mayor proporción, problemas para los inversionistas, ya desalentados por erráticas políticas oficiales. También se destaca que las potencias económicas están dejando de vender entre ellas sus productos, lo cual producirá alteraciones en su economía. La guerra comercial entre EEUU y China afectará, sin lugar a duda, como ya lo está haciendo, a países vulnerables como Bolivia.

Un segundo aspecto que agudiza la crisis será la inestabilidad y continua caída de los precios de las materias primas, así como la reducción de la compra de gas boliviano por Brasil y Argentina. También bajan los precios de la soya, quinua y otros, debido a factores como el de la economía China, que está en una etapa de enfriamiento. Pasó la etapa del boom, cuando el gigante asiático hacía grandes compras para obras faraónicas y ahora, además, está bajo el efecto de la guerra de los aranceles con Estados Unidos. Se anticipa que la soya sufrirá graves bajas, por el alza de los aranceles en China y reducción de las ventas.

Por otro lado, si bien Estados Unidos mantiene relativa estabilidad, el presidente de China afirmó que su país sufrirá por “una serie de situaciones difíciles”.

Entre tanto, el ministro de Economía, Luis Arce Catacora, declaró que la crisis brasileña tendrá “efecto negativo en el crecimiento económico boliviano”, aunque mostró optimismo con una lista de obras ineficientes.

El Ministro de Economía parece olvidar que Bolivia importa toda clase de alimentos, se agotan las divisas, las compras del país se han duplicado en la última década, sigue subiendo la deuda externa, el déficit comercial se dispara por cuarto año, la agricultura andina está en ruinas, y… la guerra comercial EEUU-China ya impacta en Bolivia.