Industria de la Pólvora en la ciudad de La Paz a mediados del Siglo XIX

La pólvora es utilizada como propulsor de armas de fuego y desde su incorporación al arte militar cambió por completo la táctica guerrera. Durante la conquista del Alto y Bajo Perú el uso de la pólvora fue una ventaja adicional de los conquistadores españoles. En contraste, tres siglos después, en la guerra de la independencia el naturalista Thaddaeus Haënke fabricó pólvora para los guerrilleros del Alto Perú (hoy Bolivia).

Posteriormente, inducido por el incremento de la demanda del mercado minero y las guerras intestinas en el vecino país del Perú, el mariscal Andrés de Santa Cruz, en 1834, fundó una fábrica de pólvora dirigida por Juan Manuel Monterrey, en la ciudad de La Paz “cuyo costo excede de cuarenta mil pesos”, informó en su manifiesto el citado ‘Protector’ de la Confederación. Por otro lado, también creó otra fábrica en Oruro.

Establecidas como una rama militar industrial la primera se incendió en 1841, dejando cinco muertos. Tres años después, en 1844, el periódico oficialista ‘Gaceta de Gobierno’, promocionó la venta de la pólvora elaborada por la ‘Fábrica de Pólvora de La Paz de Ayacucho’ en la tienda de D. Pedro Amela ubicado en la calle Santo Domingo (hoy calle Yanacocha): “los señores mineros que gusten tomar más de cinco quintales se les dará la de mina común a 12$, y la superior a 15$”, anunció el citado diario.

Para 1846, “en todo el departamento, existían 82 pequeñas fábricas”, detalló el célebre folletista Nicolás Acosta en su obra: ‘Guía del Viajero de La Paz’. Es necesario mencionar, que existió también una importante fábrica de pólvora que en 1858 se incendió. Dirigida por Bernardo Pérez, se encontraba en el Prado en el lugar llamado ‘Paraíso’.

De esta manera, a través de esta nota describimos una página de la historia industrial de la ciudad de La Paz, poco estudia por la historiografía actual.