“Gran Complejo de Salud” en edificio Unasur

La construcción de un gran edificio destinado al funcionamiento de Unasur, levantada en Cochabamba con un costo millonario, cuenta con espacios que estaban destinados a “múltiples dependencias de Unasur”; pero con el abandono masivo de los países componentes de esta entidad, prácticamente el edificio y dependencias de diversa índole han quedado en absoluto abandono y, si han sido utilizadas desde su inauguración el año 2018, ha sido simplemente para uso de las fuerzas políticas del partido de gobierno que no se han preocupado por realizar reparaciones de algunos espacios que se encuentran en deterioro.

Esta edificación podría servir -como ya se había sugerido hace mucho tiempo- para un Gran Complejo Hospitalario destinado a las diversas especialidades que se podría instalar, puesto que cuenta con grandes espacios destinados a jardines, estacionamientos, sitios para ambulancias, residencias de médicos, etc. En el país se vive situaciones muy difíciles por la carencia de hospitales; el gobierno anuncia periódicamente la construcción de unidades destinadas a las diferentes especialidades, pero nada se concreta. Ahora, al contarse con la construcción enorme de Unasur, que ya no tiene razón de ser, lo correcto es que nuestro país lo destine al funcionamiento de un “Gran Complejo Hospitalario” que albergue a todas las especialidades médicas, porque los espacios lo permiten, puesto que se trata de una construcción de grandes proporciones.

Instalar un gran nosocomio en esas dependencias, haciendo las reformas precisas que se necesite, habilitando sectores para todo lo que requiera el hospital, sería lo apropiado. Además hay que tener en cuenta que todo el espacio y el costo de las edificaciones son de exclusiva responsabilidad de Bolivia, ya que los “países socios” no han aportado. Y, actualmente, al no contarse con hospitales para atender inclusive el Servicio Único de Salud dispuesto por el gobierno, una vez habilitada esta construcción, amueblada, fortificada con equipos y materiales, instalación de quirófanos, habilitación de espacios destinados a camas y otras dependencias para pacientes, sería un gran alivio que tendrían tanto el gobierno como la colectividad nacional, porque sería centro al que con muchas ventajas podrían acudir enfermos de todo el país.

No corresponde, en modo alguno, que el partido de gobierno utilice esas dependencias en su beneficio sin aportar ni un centavo para su mantenimiento; es un espacio con muchas hectáreas de tierra que puede ser perfectamente habilitado en concordancia con el Colegio de Arquitectos, con las instituciones médicas y universidades que tendrían que ocupar los espacios destinados al Servicio Único de Salud y, en buena parte, a dependencias que actualmente utiliza la Caja Nacional de Salud. Aparte de todo ello, los costos tanto de reparación y mantenimiento serían compartidos por todas las entidades de salud que intervengan en su funcionamiento. Un sentido de previsión debería obligar al propio gobierno a destinar esa inmensa construcción a hospitales que el país requiere con urgencia.