Ángel Wayar Wayar
La actitud del señor Luis Almagro, en su condición de Secretario General de la Organización de Estados Americanos, en su visita a Bolivia, al declarar discriminación si no se permite la candidatura de Evo Morales, ha causado una decepcionante sensación en la ciudadanía, por surgir -¡qué ironía!- precisamente de un personaje obligado, por el cargo que desempeña, a defender la democracia y los derechos humanos en toda América.
Su compostura, difícil de calificar, podría encajar en lo que la Real Academia de la Lengua Española define como “tartufo”, “hombre hipócrita y falso”. Hace muy poco, declaraba lo contrario, inclusive publicitando la respuesta que había obtenido de la Convención de Venecia, en sentido de que no es ningún derecho humano la reelección para la presidencia de un Estado. Al presente, tendrá sus razones, empero hizo un triste papel. Se dice que estaría asegurando votos para su reelección en la Secretaría General de la OEA, empero con este costo resulta difícil entender, por cuanto otros países, realmente, propugnan proyectos de crear entidades como Prosur (el Grupo de Lima), precisamente para cuidar la plena vigencia de la democracia y de los derechos humanos.
Qué penoso, el secretario Almagro festejó en el Chapare, bailando con una ciudadana sindicada de narcotraficante y ostentando un collar de hojas de coca… Obviamente, como no podía ser de otra manera, el masismo aprovechó la situación y dio por “legalizada” la candidatura inconstitucional e ilegal del Sr. Evo Morales Ayma.
En rigor de verdad, este personaje hizo un favor a la democracia. El señor Almagro sostuvo que impedir la candidatura de EMA sería discriminatorio, ya que otros países habían procedido de la misma manera, afirmando, además, que respetaba una sentencia de la justicia boliviana. Craso error, en otros países posiblemente se procedió así, pero en ninguno de esos países se convocó a una consulta de la población, como se lo hizo en Bolivia, efectuándose un referéndum el 21 de febrero de 2016, solicitando el Gobierno del MAS, precisamente, la habilitación para una nueva postulación del binomio masista Morales Ayma-García Linera, que fue negada por 2.682.517 ciudadanos, quedando vigente el Art. 168 de la CPE, que expresa: “El periodo de mandato de la Presidenta o del Presidente o del Vicepresidente del Estado es de cinco años, y pueden ser reelectas o reelectos por una sola vez de manera continua”, mandato refrendado por la votación popular señalada.
Ni la sentencia, que dice “respeta” el Sr. Almagro, ni sus palabras pronunciadas, ante el presidente Morales, mencionaron este detalle que contiene el resultado del referéndum de 21 de febrero de 2016, que es lapidario y concreto para inhabilitar, constitucionalmente, la candidatura masista, que por ello ha sido calificada de “imposible”.
Es más, días después de declaraciones tan deplorables en Bolivia, el señor Almagro no pudo justificarlas ante personeros y organismos gubernamentales de Argentina y de Chile. La ciudadanía nacional espera que el Gobierno de la República de Colombia, como garante de la Constitución boliviana, intervenga ante la Organización de Estados Americanos para impedir la candidatura masista en las próximas elecciones generales, en aplicación concreta del Art. 168 de la CPE -insistimos-, refrendado por el referéndum del 21 de febrero de 2016.
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