La Iglesia Católica pide transparencia y respeto

Conforme a su misión evangélica, los obispos del país han pedido que tanto en el proceso pre-electoral como en las mismas elecciones, sean observadas las condiciones de transparencia y respeto entre todos los integrantes de las respectivas candidaturas; que entre todos, oficialistas y opositores exista armonía y consideración, respeto a los derechos que cada parte tiene por ser todos, sin distinción alguna, hijos del mismo país.

En partes importantes de su exhortación los obispos señalan: “No se puede aceptar el control o la manipulación de los votos como instrumento de poder, solo una auténtica libertad, exenta de presión puede garantizar el ejercicio efectivo de los derechos humanos. Y una verdadera democracia da legitimidad al gobierno que surge de un proceso electoral transparente y de respeto inviolable de la decisión del pueblo soberano”. Igualmente, la Iglesia pide “que el pueblo pueda escuchar y conocer las propuestas de todos los candidatos con la esperanza de que sean programas acertados y viables”.

Muchas veces, en determinados círculos interesados, se ha sostenido que la Iglesia, como toda creencia religiosa, “debe cumplir solo con su misión pastoral de enseñar los puntos fundamentales de la Biblia y los Evangelios; que debe hacerlo sin introducir criterios o conceptos políticos”. Al respecto, la Iglesia ha expresado: “Como Iglesia acompañamos el proceso electoral porque es un espacio democrático donde el país y los ciudadanos crecen en democracia. Y para nosotros, como Iglesia, la Democracia es uno de los caminos importantes para vivir y aplicar la justicia a favor del crecimiento de nuestro país”.

En sus Encíclicas el Papa si bien se ha referido a las cuestiones religiosas, prácticas del culto y labores de misiones, etc. lo hizo, fundamentalmente, a favor y bienestar de todos los hombres, sin distinción alguna y, dentro de ello, ha condenado toda acción político-partidista que atente contra los derechos humanos; ha sostenido que su misión es “velar por el bienestar del hombre en esta vida, inclusive como preparación para la vida eterna”. Jamás se ha abstenido de aplaudir lo bien que puedan hacer los gobiernos del mundo y han condenado severamente las malas políticas, los atentados a la vida, las guerras y confrontaciones.

Ha sostenido también que la economía no debe ser servida por el hombre sino que ésta, desde todo punto de vista, servir al hombre en espacios de dignidad con miras a conseguir el bienestar de la humanidad y que son los gobiernos con las políticas que desarrollen los que deben ocuparse de que efectivamente se cuide y proteja al ser humano conformado por las familias.

La Iglesia, una vez más en Bolivia, sostiene la urgencia de respetar los procesos electorales que son reflejo de la voluntad del pueblo y, en ese papel, seguirá cumpliendo su deber no solamente de orientar sino de guiar los pasos positivos del gobierno y del pueblo.