Los vecinos de los barrios de la ladera Este de la ciudad de La Paz expresaron su preocupación por la congestión que a diario se registra, a raíz de la construcción del viaducto Tejada Sorzano, por lo que piden a Tránsito y la Municipalidad desplazar personal para ordenar el caos vehicular en el sector.
Los vecinos diariamente deben soportar las incomodidades por la construcción del viaducto Tejada Sorzano; el mayor problema es el irregular flujo vehicular que les dificulta llegar hasta sus fuentes de trabajo.
Pasajeros y conductores del servicio público expresaron su malestar por la falta de agentes de parada, semáforos y el estado lamentable de las calles y avenidas en ese sector de Miraflores.
Válery, vecina de San Antonio, a diario debe soportar la incomodidad de las trancaderas, la mala educación de los choferes del transporte público y la falta de guardias municipales, que complican más la caótica situación del tráfico vehicular en el sector.
“Antes llegaba a la oficina en 20 minutos, ahora el mismo recorrido lo hago en una hora. Al principio habían guardias municipales ordenaban el tráfico vehicular, pero ahora están ausentes”, dijo Flavia, vecina de Miraflores.
Como Flavia o Válery, miles de personas intentan llegar a tiempo a sus fuentes de trabajo desde las villas San Antonio, Copacabana, Salomé, Armonía, Pampahasi, Alto Obrajes, Villa Fátima, empero se ven frustradas por los “cuellos de botella”, originados en el lugar.
Para muchos la construcción del viaducto, a futuro será una solución a los problemas de embotellamiento en el sector del estadio y la zona de Miraflores, pero para que ello ocurra deberán esperar dos años.
CONGESTIONAMIENTO
En el recorrido, EL DIARIO evidenció que los embotellamientos se producen en gran parte de las avenidas Tejada Sorzano, Villalobos, Uyuni, Héroes del Pacífico, Juan de Vargas, Busch, Díaz Romero, además en la intersección entre las calles Obispo Cárdenas e Illimani.
Debido a los trabajos de construcción del viaducto, la Alcaldía modificó el sentido para el tráfico vehicular de las calles, Gamarra, Panamá, Argandoña y Obispo Cárdenas en Miraflores, pero como dice el refrán “el remedio resultó peor que la enfermedad”, una vez más las trancaderas se apoderaron de estas vías de escape.
INSPECCIÓN
El viernes pasado, el alcalde Luis Revilla inspeccionó la obra y verificó que las mismas avanzan según cronograma, pese a los perjuicios que provocó la época de lluvias.
Durante la inspección se pudo constatar también que fue concluida la nueva bóveda del río Sokeri, un tramo de aproximadamente 30 metros, y solamente faltaría unir con el antiguo ducto.
En marzo de este año, la empresa constructora Tauro realizó el vaciado de losa de cimentación para la base del estacionamiento de vehículos.
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