¿Existe vida después de la muerte? ¿Es evidente un retorno a este mundo, precisamente, después de la muerte física? ¿Es la muerte una transición de nuestra consciencia individual a un plano dimensional donde permanece indefinidamente?
Esas y muchas otras preguntas de esas características metafísicas tienen respuestas sorprendentes en una nueva publicación del investigador paceño Álvaro Munguía Becker, autor de otros textos como “Mensaje extraterrestre” (1994), “No estamos solos” (1996) y “Boética. Nuevas fronteras” (Brasil, 2011).
Para iniciar su trabajo de investigación, el autor afirma que renombrados y prestigiosos científicos del mundo sostienen que “nuestros cerebros construyen matemáticamente la realidad concreta al interpretar frecuencias de otras dimensiones…”, un criterio diferente a los conocimientos ortodoxos y conocidos sobre el funcionamiento del cerebro de un ser humano.
Seguidamente, Munguía afirma que nuestro cerebro por sí solo no puede generar pensamientos, sino cuando está en contacto con una “cerebración eléctrica” y que la mente no es materia. Asegura además, que los pensamientos y sentimientos “son producto de la potencia intelectual de lo que denominamos alma, conformando una consciencia individual que trasciende después de la vida”. Sintetizando, estas afirmaciones, el autor asegura la existencia de una vida consciente después de la muerte y reitera lo que todos sabemos: nuestra inevitable muerte física, misma que nos permite pasar a otro nivel de existencia.
El tema presente, otra vida después de la muerte física conocido como “Experiencia Cercana a la Muerte”, surgió en la década de 1970 con el médico norteamericano Raymond Moody, que difundió el estudio en su libro “Vida después de la Vida”, texto en el que analizó de modo sistemático lo que él denomina como “supervivencia a la muerte corporal”, ahí establece que un ser humano continúa consciente del entorno después de haber sido declarado clínicamente muerto.
Otras páginas destacan trabajos científicos sobre casos de pacientes que han tenido experiencias cercanas a la muerte. La lista de famosos médicos psiquiatras norteamericanos, europeos y asiáticos que fueron testigos de esos casos insólitos es extensa: en hospitales de esos países, más de nueve millones de pacientes afirmaron que el fenómeno psíquico es real.
EXPERIENCIA PERSONAL
En siguientes capítulos, Munguía relata una experiencia personal ocurrida en 1983. Su señor padre, el poeta y escritor paceño Julio Aquiles Munguía, estableció un contacto verbal perfectamente audible de más de una hora con su abuela paterna fallecida el año 1949. El extraño caso ocurrió en presencia de familiares y el autor del libro que escuchó la voz, postrado de rodillas junto a su padre que falleció cinco horas después.
En “La consciencia puede realmente vivir sin el cuerpo”, el neuropsiquiatra norteamericano Peter Brooke, afirma que la mente y el cerebro no son lo mismo y que la mente puede funcionar sin el cerebro. Además de que “la idea de una mente que existe fuera del cuerpo”, puede ayudar a explicar los fenómenos psíquicos que Munguía Becker analiza en su texto.
En “El legado de Julio Aquiles Munguía”, su señor padre le afirmó alguna vez que sí, es posible que la consciencia del ser humano continúa existiendo después de la muerte.
Otras páginas muestran dibujos y pinturas con temas surrealistas; poemas, fotos de 1939 con personajes como el español Ramón Gómez de la Serna y el poeta peruano José Santos Chocano; su relación de amistad con Charles Chaplin; portadas de varios libros de su autoría; y una carta de escritores venezolanos postulando a Julio Aquiles Munguía al Premio Nobel para el año 1955.
EPÍLOGO
Más de medio centenar de textos relativos al tema de una existencia psíquica después de la muerte física, otorgan fundamentos al investigador Álvaro Munguía Becker para la publicación de su obra.
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