Hay que contarlo

Las amenazas de una senadora beniana contra Radio San Miguel de Riberalta, presumiendo de ser acosada, me obliga a recordar cosas de una anterior dictadura.

Dos dictaduras y un mismo personaje: Carlos Arze Castedo, periodista camireño, ahora director de la radio amenazada, también era odiado por la dictadura de Hugo Banzer.

El mejor profesor de dicción que yo conozco, Carlos, trabajó en Chile y en las minas de Comibol, y luego llegó a La Paz, donde hizo periodismo en diarios y en radio Panamericana.

Su gran corazón para la solidaridad resultó poco apto para la altura, lo que le obligó a migrar hacia la llanura, donde vive desde hace más de tres décadas, primero en Cobija y luego en Riberalta.

En 1977 propuso a un grupo de periodistas hacer un programa político diferente, sin los temores que amordazaban a los medios. Las dictaduras, sean con charreteras o con guirnaldas de coca y droga, se parecen mucho. Aquella también manejaba la propaganda oficial como forma de presión.

El programa se transmitió en la única emisora que se atrevió a pasarlo, en vivo, a las 10 de la noche: radio La Cruz del Sur. Tanta sintonía llegó a tener que mucha gente optaba por apagar el canal estatal de televisión, que era el único, y escuchar “Facetas”.

Y así llegaron los días tensos de la huelga de hambre de las mujeres mineras que exigían a la dictadura una amnistía general e irrestricta en lugar de la amnistía selectiva que había sido decretada.

Algunos medios se atrevieron a cobijar a grupos de huelguistas, mientras el movimiento ganaba fuerza en todo el país.

“Facetas” era el espacio que daba todas las noticias de la huelga. Y así surgió el “acosado” de entonces, un periodista que trabajaba para la dictadura y decidió hacer gestiones para que la iglesia propietaria de La Cruz del Sur expulsara a estos periodistas que de manera tan atrevida se ponían a ejercer la libertad de expresión.

Logró su objetivo. Pero era tarde. Enero de 1978. La huelga era muy fuerte, Y el arzobispo de La Paz amenazó con excomulgar a Banzer. La dictadura decretó la amnistía general e irrestricta el mismo día en que radio La Cruz del Sur cerraba el espacio a Facetas.

Carlos y sus muchachos anduvieron en busca de espacios de radio, hasta que lo dejaron: habían cumplido con el país y con la democracia.

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