Investigaciones realizadas recientemente establecen un total de 91.600 fallecidos en la guerra de Yemen en cuatro años. El informe toma en cuenta las cifras de los primeros meses de la intervención, en marzo de 2015, de la coalición liderada por Arabia Saudí, a la que responsabiliza de las muertes de más de 8.000 de los 11.700 civiles fallecidos por el fuego cruzado o ataques indiscriminados en la batalla entre el Gobierno y sus aliados saudíes contra la insurgencia huthi y sus asesores iraníes.
La guerra de Yemen es considerada como la mayor catástrofe humanitaria del mundo, que ha arrastrado a uno de los países más pobres del planeta a un escenario de absoluta devastación, hambruna y brotes de cólera. Es considerada por los analistas como una “guerra por terceros”, donde los dos grandes enemigos regionales, Arabia Saudí e Irán, libran un combate a través de su apoyo a los dos bandos en conflicto.