El Salar de Uyuni es el depósito más grande del mundo. Uyuni está ubicado al sudoeste de la provincia Antonio Quijarro, del departamento de Potosí, Bolivia, y forma parte del triángulo de los países limítrofes: Argentina, Chile y Bolivia. Abarca una extensión de alrededor de 10.500 kilómetros cuadrados y contiene una muy importante cantidad de recursos evaporíticos que alcanza alrededor de 10.000 millones de toneladas métricas; es catalogado como el área salina más grande del mundo.
El departamento de Potosí por excelencia fue, es y seguirá siendo el potencial más grande e importante de riquezas mineralógicas de Bolivia; sin embargo, irónicamente, Potosí es uno de los más pobres de Bolivia. Estas riquezas fueron otrora el sostén de la economía del país, y fueron explotadas inmisericordemente, desde la época de la colonia hasta nuestros días. El emblemático Cerro Rico de Potosí ha dado tanto al país y el mundo con minerales de plata y estaño, denominado “metal del diablo”. Y llegó a ser parte del financiamiento de la Segunda Guerra Mundial que se desarrolló entre los años 1939 y 1945 del siglo pasado. Las riquezas de Bolivia, tanto el estaño, la plata y como otros minerales siempre fueron a llenar las arcas de los países colonizadores, principalmente de España.
Hoy, estos recursos naturales del territorio boliviano, siguen siendo despilfarrados, siendo exportados como materias primas, directamente extraídos del subsuelo y vendidos con precios irrisorios, por la imposición de los países que industrializan estos minerales, para devolvernos en forma de productos terminados con valor agregado.
El litio, llamado “el oro blanco”, es un elemento electroquímico que tiene grandes cualidades y ventajas sobre otros similares, por sus propiedades de producir electricidad a partir del cloruro de potasio. Este mineral no metálico es de peso bastante liviano y tiene propiedad electroquímica, por lo que, actualmente, es muy utilizado en la fabricación de baterías eléctricas para el uso de la industria de equipos electrónicos móviles: celulares, computadoras portátiles, automotores, robots, aeronaves, astronaves, etc., precisamente por su peso liviano, a diferencia de las baterías tradicionales de metales bastante pesados, como son el plomo y zinc.
El gobierno no puede continuar cometiendo los errores del pasado, exportando los minerales como simples materias primas. Tampoco este mineral tan cotizado en el mundo. Nuestros gobernantes tienen la obligación de industrializar los recursos mineralógicos y otros, para exportarlos en productos terminados. Actualmente las baterías de litio tienen excelentes perspectivas, por la demanda existente en el mundo. Se sabe que se está abriendo un mercado de demanda sin precedentes, por los requerimientos y demandas de la industria automotriz y electrónica para este recurso.
Sin embargo, por medios de comunicación nacionales e internacionales se pudo saber que existen noticias alentadoras para el pueblo boliviano, porque el actual gobierno nacional estaría empeñado en un proyecto de instalación de una fábrica de baterías de litio en el salar de Uyuni, la misma que se pondría en funcionamiento el año 2022. Como reza el dicho, “más vale tarde que nunca”.
Usurpado el 7 de octubre de 1970, por defender EL DIARIO |
Dirección:
Antonio Carrasco Guzmán
Jorge Carrasco Guzmán |
Rodrigo Ticona Espinoza |
"La prensa hace luz en las tinieblas |
Portada de HOY |
Caricatura |