Álvaro Numbela Tejada
La Catedral de Nuestra Señora de París está considerada por la Unesco como un Patrimonio mundial. Ello permite una movilización muy fuerte de todos los actores en el ámbito que garantice la calidad de su restauración. De esta manera la Catedral nos permite vivir plenamente, de manera congruente con nuestras ideas y anhelos.
FASE DE REAFIRMACIÓN
Junio de 2019, a dos meses del incendio de la Catedral de París, todo indica que estamos en presencia de una gran enferma, cuya reposición no ha comenzado todavía. La Catedral –lamentablemente- ha perdido su flecha, una parte de su techo y de su altar. Consecuentemente la Catedral de París el 15 de abril de 2019 suscitó una viva emoción de solidaridad para salvarla y restaurarla. Hay buenos propósitos y se ha comenzado con la recolección de documentos y piezas fundamentales para saber cómo se encontraba edificado el monumento; principalmente en cuanto a la recolección de elementos usados en el paisaje visual, que tiene gran relación con la acústica.
Asimismo se ha previsto una fase preliminar de consolidación del edificio, bajo la participación de 60 a 150 obreros que sacan escombros y, principalmente, estabilizan la estructura general de la Catedral.
Estos trabajos se realizan luego de diligencias de investigación de expertos, que resultan largas y complejas, con vista a una renovación. Para tal efecto, conviene señalar -sin ánimo de molestia- que solo un 9% del total de 850 millones de euros de promesas en donativos, ha sido efectivamente entregado. Por el resto, estamos seguros que con lo que se tiene se hará lo conducente para una Catedral que está presente en el mundo entero.
LA CATEDRAL SIEMPRE PRESENTE
A 16 de junio de 2109, recordando la Fiesta de la dedicación, se celebró una Misa con una Comitiva restringida, sin el Coro de la Catedral y sin la presencia de fieles, con una treintena de personas y varios sacerdotes, en un ambiente asegurado para el efecto.
La celebración de la Misa lleva un alto grado de significación espiritual, pues según comentan las autoridades eclesiásticas, en aquella fecha se realizó la consagración del Altar de la Catedral.
También se ha dispuesto la Capilla de la Virgen María para la Comunión del pequeño grupo que asistió a la Santa Misa, que se realizó en la Capilla que alberga la Santa Corona de Espinas; que se salvó de las llamas, la noche misma del siniestro.
En homenaje a los pasos que se sigue, con un pensamiento libre y crítico y con música de talento sin par, en Cochabamba se estrenará una Ópera en II Actos, el 1 de julio de 2019 en el Club Social. La Catedral en breve recobrará todo su esplendor, porque se la puede salvar.
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