De mal en peor

En este año electoral la economía está en una crisis muy difícil de superar, pero las urgencias electorales de los candidatos vetados por un referéndum obligan al Gobierno a negar todas las malas noticias, lo que le lleva a no corregir lo que debe corregirse.

PETRÓLEO ORO ZINC Las exportaciones de gas natural de Bolivia cayeron en 14,02 por ciento en valor en los primeros cuatro meses del año con respecto a 2018. Esto no se debe a la caída en el precio internacional del petróleo que aumentó en 38,5 por ciento en el mismo período. La reducción se debe a una caída de 39,89 por ciento en los volúmenes enviados en a Argentina y 22 por ciento en los enviados a Brasil en entre enero y abril de este año frente al mismo período de 2018. Las exportaciones de oro de Bolivia en los primeros cuatro meses del año aumentaron en 16 por ciento en valor con respecto al mismo período del año pasado y alcanzan 405 millones de dólares es un aumento de 61 por ciento con respecto a los cuatro primeros meses de 2017. El origen del oro exportado por Bolivia no se puede definir y en algunos años se exporta mucho más de lo que se produce lo que pone en evidencia el origen ilegítimo de algunas operaciones. El valor de las exportaciones de zinc cayó en 19 por ciento en el primer cuatrimestre con respecto al mismo período del año pasado. Entre enero y abril las exportaciones de zinc superaron los 446 millones de dólares con lo que el metal mantiene su posición como la mayor exportación minera del país. Las exportaciones mineras de Bolivia se han reducido en 7,83 por ciento en comparación con los primeros cuatro meses del 2018, el plomo y wólfram cayeron en 31 por ciento.

• La calificadora Fitch Ratings ha repetido, tarde, los diagnósticos que vienen haciendo economistas bolivianos sobre la crisis que está viviendo el país.

• Las perspectivas de la economía nacional, dice el último documento de la calificadora, son negativas, sobre todo por la corrupción y la falta de seguridades jurídicas para el sector privado. Pero el Gobierno dice que la calificadora se equivoca.

• La Cámara Boliviana de la Construcción (Caboco) denuncia que la ABC se ha convertido en una “trituradora” de empresas privadas bolivianas, porque privilegia a las extranjeras.

El ministro Luis Arce Catacora respondió diciendo que las empresas nacionales tienen gigantescas utilidades pero les falta la iniciativa de asociarse para competir con las extranjeras, a lo que la Caboco respondió diciendo que en los últimos seis años han cerrado 2.293 empresas del sector. La actividad de esa industria ha caído en 50 %.

• Empresarios mineros revelan que en este momento hay 100.000 toneladas de minerales de zinc almacenadas porque no se las puede exportar debido al derrumbe del precio.

• El presidente Evo Morales había concurrido al anuncio de un incremento en la producción de gas en el campo de Incahuasi, de 8 a 11 millones m3/d, hace dos semanas, pero ahora se admite que volvió a caer.

• La producción total de gas está en 45 millones m3/d, según el gobierno, pero se debe enviar 20 millones a Argentina, 12 millones a Brasil y 14 millones al mercado interno, lo que revela un déficit.

• Pero al mismo tiempo, el presidente Morales anuncia en Perú la intención de exportar gas natural licuado desde el puerto de Ilo hasta China e India, lo que revela que las noticias del sector hidrocarburos forman parte de la campaña de los candidatos oficialistas vetados y no tienen ninguna relación con la realidad.

• El agro cruceño está con graves problemas. El cultivo de soya podría frenarse, comenzando en la siembra de invierno que ya está atrasada, lo que llevaría a una crisis alimentaria muy grave.

• Los depósitos en los bancos no están creciendo al ritmo de años anteriores pero los créditos de interés político para el gobierno no pueden frenarse y la curva de la cartera está a punto de superar a la de los depósitos.

El experto Mauricio Ríos García dice que la gente está buscando dólares como refugio de sus ahorros.

Hace un mes, Argentina anuló la concesión de un predio para Bolivia en la zona franca de Rosario, ofreciendo llegar a acuerdos para una nueva concesión en otro lugar.	El Gobierno boliviano había aprobado el proyecto para gastar US$ 100 millones en esa zona franja, proyecto que fue confiado a las empresas de propiedad del venezolano Carlos Gill.