Estamos en la lona

Terminada nuestra participación en la Copa América disputada en el Brasil, los dirigentes, futbolistas, periodistas e hinchas, conociendo de cerca el escaso tiempo de preparación de la selección, la falta de colaboración de los clubes profesionales en la cesión de jugadores, la dilación en la elección del Director Técnico, la falta de escenarios para los entrenamientos, las divergencias entre dirigentes y el equipo con acusaciones de unos a otros donde condenaban que la billetera era más importante que la pelota, todos fueron benevolentes con nuestros representantes por los malos momentos que les tocó vivir por los hechos ocurridos desde su convocatoria.

Sin embargo, ahora llegan las críticas desde la sede del certamen donde los periodistas extranjeros no han ahorrado conceptos negativos sobre la pobre actuación de nuestro equipo y haciendo un recuento de los mismos, señalaban que era un conglomerado de jugadores desorientados que parecía que ninguno estaba en el puesto que habitualmente juega. Otro señaló que la lentitud de nuestro juego desespera. También nos criticaron indicando que no existe un patrón de juego y cuando se trata de conservar una táctica cunde el desorden chocando unos con otros. Otra crítica fue la falta de voluntad, actitud, entrega, lucha por el balón perdido y hasta flojera por recuperarlo y el periodista más duro señaló que Bolivia no debería participar con un equipo de estas condiciones porque reduce la asistencia de público y baja la jerarquía del campeonato. Triste verdad.

Pero para que demos caldo de cultivo a estos comentarios existen los llamados “dirigentes”. Un grupo de personas adineradas y empíricas que no conocen la realidad íntima de nuestro fútbol, no conviven con la niñez y la juventud de las categorías menores que deberían ser alentados para seguir adelante porque son los futuros cracks de nuestros equipos profesionales y la selección.

Desde que se posesionó el actual directorio de la Federación Boliviana de Fútbol, no ha convocado a ningún certamen nacional de clubes campeones de las Asociaciones y División Profesional de las categorías sub 13 a sub 19 anuales, para contar con un kardex de los más prometedores y de esa manera tener a mano los jugadores para iniciar inmediatamente su preparación.

Son tan ciegos nuestros dirigentes que no se dan cuenta que los jugadores para nuestra futura selección están en la reserva de los clubes profesionales que cuentan de 18 a 23 años de edad, que deberían jugar campeonatos oficiales paralelos a su primera jugando de preliminaristas y concluídos los mismos el campeón le entregue a su primera tres puntos, el segundo dos y el tercero uno que haría variar la Tabla de Posiciones y de esa manera darle mayor interés a este certamen que subirían la asistencia de público y por ende las recaudaciones. Para cerrar con broche de oro la actuación de los dirigentes, ahora propugnan tener en cancha SEIS JUGADORES EXTRANJEROS por equipo en los campeonatos domésticos. Una verdadera vergüenza que los muestra de cuerpo entero la pobreza de conocimientos que tienen sobre la materia prima que tenemos en divisiones inferiores a las que ven como un gasto y no una inversión, contratando extranjeros que son suplentes de los nacionales en los equipos profesionales. Esa es la realidad de nuestro futbol, UNA LAGRIMA.

Dr. Edgar Linares Mariscal,

fundador y ex asesor legal de Fabol