Educación sexual para una vida saludable e integral

RECORDEMOS QUE...

La Educación Sexual es un conjunto de actividades relacionadas con la enseñanza, la difusión y la concientización acerca de la sexualidad humana en todas las edades del desarrollo, aparatos reproductores, orientación sexual, relaciones sexuales, planificación familiar y el uso de anticonceptivos, los derechos sexuales y los derechos reproductivos, los estudios de género y otros aspectos de la sexualidad humana, con el objetivo de alcanzar un estado específico de salud sexual satisfactoria física y emocional.

En general se podría decir que los estereotipos no son buenos, pues promueven una percepción exagerada y simplificada de las personas. Sin embargo, específicamente los estereotipos sexuales; es decir, los que promueven una cierta conducta y roles para mujeres y hombres, pueden llegar a ser bastante perjudiciales, no solo en cuanto a derecho y políticas públicas, sino también en el desarrollo de la autonomía de las personas.

En la actualidad, luchar por mantener los roles de género, enseñarlos y transmitirlos puede ser una mala idea, porque a partir de ello se puede impedir que las personas adquieran competencias que les permitan vivir bien. Por ello es muy importante que las generaciones futuras no tengan miedo ni vergüenza de ser competentes en habilidades que tradicionalmente estaban reservadas para el sexo opuesto.

Para lograr este cambio, es fundamental que la familia y la escuela enseñen cómo cuidar de ellos mismos. Esto incluye enseñar a los niños a atender los deberes del hogar como: ordenar su habitación, tender su cama, lavar los platos, ayudar en la limpieza del hogar, etc.; asimismo, se debe fomentar el cuidado de los seres vivos, evitar huir cuando se presenta una conversación emocionalmente compleja, entre otras cosas.