ONU busca detener graves violaciones a los derechos económicos, sociales, civiles y políticos, además de la violencia y abusos policiales. Los registros muestran una cifra aterradora de muertes, 5.287 solo en 2018, atribuidas a la “resistencia a la autoridad”.
Una migración sin freno. En definitiva, un deterioro profundo de la democracia. Son algunas de las conclusiones del demoledor informe de la Oficina de la alta comisionada de la ONU para los Derechos Humanos elaborado tras la visita de Michelle Bachelet a Venezuela.