Las mujeres y la política

Uno de los candidatos de oposición al régimen que nos gobierna ya casi catorce años seguidos -pese a la previsión constitucional que determina que solo dos periodos de gobierno continuos son permitidos-, el periodista Carlos Mesa, propuso que sean mujeres las que encabecen las listas a la Cámara de senadores en la próxima legislatura, a lo que un pequeño grupo de mujeres del oficialismo en la Asamblea Legislativa salió expresando que “como nunca antes”, ahora las mujeres están empoderadas en los órganos del Estado.

Una vez más, y esta vez de boca de algunas legisladoras, con el propósito de hacer propaganda, se desconoce la historia, ya sea por ignorancia de la misma o con la intencionalidad de desvirtuar lo sucedido antes, pues ya en tiempos en que las mujeres no votaban y menos participaban en el quehacer político, en 1945, en el gobierno revolucionario del Mayor Gualberto Villarroel López, se determinó que las mujeres participen en las elecciones municipales como electoras o elegidas, habiendo sido el primer paso de reconocimiento al derecho femenino al voto.

Más tarde en el proceso de la Revolución Nacional, con el voto universal se reconoció el derecho de todos los bolivianos, incluyendo a las mujeres, a ejercer el voto, como electoras y elegidas. Además ya desde la caída del gobierno de Villarroel, en la etapa denominada del “sexenio”, fueron muchas mujeres las que participaron en la lucha política para buscar un nuevo tiempo. Es destacable la huelga de hambre de mujeres en los predios de la Corte Superior de Justicia del Departamento de La Paz, en l951.

En el decurso del proceso revolucionario (1952-1964), fueron muchas mujeres que con absoluta idoneidad de formación y lucha política participaron en todos los niveles del quehacer político revolucionario, destacándose, como miembro del Comité Político del MNR, la señora Ela Campero. En el Órgano Legislativo estuvieron las mujeres de la revolución: Ela Campero, Lidia Gueiler, Rosa Lema Dolz y otras. En los primeros directorios de la Central Obrera Boliviana (COB), estuvo como secretaria de asuntos femeninos la representante de los trabajadores de la seguridad social, Blanca Nelly del Castillo.

Fue mucho antes del actual gobierno, se normó que en las listas para el Órgano Legislativo, el 50% sean mujeres, y ha sido presidenta de la República de Bolivia, la señora Lidia Gueiler Tejada, de los cuadros de la Revolución Nacional. Ya antes, en el gobierno de Luis Adolfo Siles Salinas, fue Ministro de Trabajo (la primera mujer Ministro) la abogada Alcira Espinoza Smith. En la Corte Suprema de Justicia, fueron muchas las profesionales del derecho que ocuparon funciones de ministros de esa máxima instancia de justicia.

Los ejemplos que hemos dado, sin abundar en otros muchos casos, nos demuestran que en tiempos en los que las mujeres estaban alejadas de las actividades del poder, por mérito propio conquistaron su derecho a ejercer altas funciones en el aparato del Estado.

Lo que sucede es que los militantes del “populismo masista” creen que la historia de nuestra querida patria ha comenzado con gobierno del señor Evo Morales, y que “nunca antes” se hizo algo, cuando nuestra historia es rica en luchas sociales, revolucionarias y medidas de avanzada. Por el contrario, fueron las corrientes del comunismo-socialista que se opusieron a los gobiernos revolucionarios, como cuando asesinaron y echaron del poder a Villarroel (1943-1946), derrocaron al gobierno de la Revolución Nacional (1952-1964), instalando en el poder a las corrientes más conservadoras, a las que han servido siempre.

En lo que sí se ha dado el “nunca antes” es en la enorme cantidad de recursos económicos que ingresaron al Tesoro Público, en estos años del régimen populista, debido a los altos precios internacionales de las materias primas, como hidrocarburos y minerales que exportamos, los que fueron en grande medida mal administrados y despilfarrados, al calor del populismo caudillista.

El autor es Abogado y Politólogo.