Un amor comienza a veces con un simple hola en una calle cualquiera y ya sabes que esa persona dejará huella en tu corazón, lo sabes al instante, al verla, al hablar con ella y al recordar ese momento aún te brillan los ojos, sonríes, la sientes en la piel, y aunque lo quieras negar, tu corazón lo sabe.
El amor es algo que decides vivir y lo eliges todos los días, es esa fuerza que te impulsa a tomar decisiones trascendentales en tu vida, es lo que te transforma en la mejor versión de ti para esa persona y lo que te impulsa a ayudar y hacer que él o ella también sea la mejor parte de sí misma.
La vida te presenta varios seres humanos en diferentes momentos y lugares, pero solo una persona te hará vibrar desde lo más hondo, solamente con ella sentirás el imán del cuerpo a cuerpo, de piel a piel, del beso a beso... esa es la magia del amor.
Muchas veces dejamos fuera de nuestra vida a esa persona por los prejuicios, por tu necesidad de aprobación de la gente, los chismes, la duda, su pasado o tu pasado, por orgullo, diferencia de edad, y así dejas pasar la oportunidad y la pierdes.
Un gran amor y los grandes logros requieren grandes riesgos, amar es para valientes, pues los que prefieren la sensatez y huyen de la locura son incapaces de sentir el amor verdadero.
El amor es un recipiente donde puedes guardar infinidad de cosas, cosas que recibes y cosas que puedes dar, como atención, presencia, contacto, guía, lealtad, ternura, cuando los sentimientos se encuentran se crea una fuerza tremenda que puede mover montañas.
Amar es una de las tareas más grandes de la vida, prepárate para ese encuentro espectacular y maravilloso, del otro lado está la persona que ha de aparecer en tu vida, ella al igual que tú también realizó un largo viaje de preparación para ese encuentro, nunca te arrepientas de lo vivido, pues sabrás que valió la pena, tienes la posibilidad de vivir un gran amor, abre tu corazón, vuelve a creer, aun si muchas veces te hayan decepcionado y desilusionado.
En el amor no hay garantías, como en tantas cosas en la vida, no te rindas y mucho menos antes de vivir las experiencias, pero recuerda que no podrás ser feliz si no dejas atrás tus miedos, sé tú mismo. La persona que realmente te ame debe ver lo que tú eres, no lo que aparentas ser. Valora lo que entregas y observa que ese alguien no te venda amor ni promesas falsas, alguien que no espere a que estés triste para abrazarte, sino que se preocupe por lograr que cada día sea especial, con muchas sonrisas y carcajadas que provienen de lo simple y cotidiano, que te abrigue el alma con su sola presencia, se maraville de una luna llena junto a ti o comparta un café sin decir algo y que jamás se avergüence de lo que siente.
Amar es atreverte a escoger una sola opción y rechazar diez y sentir aun así que estás ganando, concédete una oportunidad, la vida está esperando tu decisión.
Encontrar a esa persona con la que queremos compartir la vida no es sencillo, y muchas veces erramos, pero errar es parte del proceso y tal vez estés más cerca de encontrar a él o ella, quizás ahora mismo, en la cuadra del frente…
levanta tu mirada y dile sí al amor.
La autora es Psicoterapeuta.
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