Días 15 y 16 de julio
La coordinación entre el Comando Regional y la Intendencia Municipal, durante el 15 y el 16 del presente mes se aplicaron operativos continuos para despejar la Ceja y las inmediaciones de transeúntes que pretendían el consumo de bebidas alcohólicas en vía pública.
800 funcionarios policiales junto con funcionarios de la Intendencia Municipal tuvieron que aplicar operativos continuos, ante la determinación de algunos comerciantes y parroquianos de seguir ocupando las calles con el principal propósito de consumir bebidas alcohólicas en vía pública.
“Si bien en la entrada de la 16 de Julio, el comercio fue controlado para evitar el expendio de bebidas alcohólicas como establece la norma, fue a partir de las 23.45 horas, cuando se pidió a la ciudadanía a despejar las vías, troncales, para evitar que el asentamiento de comercio y espectadores termine en la vulneración de la Ley 259 de Control al Expendio y Consumo de Bebidas Alcohólicas”, explicó el coronel Franz Sellis.
Para la autoridad policial no solo es suficiente que la instancia policial haya utilizado motorizados y funcionarios policiales para el despeje de las rutas, en algunos casos se tuvo que hablar con los comerciantes para que sean ellos quienes levanten sus puestos de venta y se evite el consumo de bebidas alcohólicas y la ocupación de las vías.
Bajo la advertencia de que iban a ser decomisadas su mercadería, algunas comerciantes preferían no correr el riesgo, más aún cuando conocen sobre la aplicación de las normas y saben por experiencia de que pocas veces pueden recuperar bebidas alcohólicas decomisadas.
“Nos han dicho que no vendamos alcohol, que solo podemos ofrecer comida y refresco, pero algunas compañeras buscan correr el riesgo y cuando han llegado los uniformados, todo hemos tenido que levantar. Sabemos que es solo por unas horas nuestra venta es por eso que no nos hemos opuesto, pero la gente es la que quiere seguir en el sector, no se mueve, busca dónde beber y si es en puestos callejeros mejor, ese es el problema. Pero más bien todo fue rápido”, explicó Jacinta Choque una de las comerciantes de comida.
En tanto, los vecinos que viven en la Juan Pablo II, 16 de Julio y adyacentes, dieron a conocer que es importante que las mismas unidades militares debieran salir a patrullar las calles, a apoyar cuando se trata de despejar la gente, porque el servicio militar debe ser un “servicio social y no solo un servicio al oficial”, indicó Juan Condori.
“Como ustedes han visto, solo los policías y los guardias municipales son quienes hacen el trabajo en nuestra urbe alteña, pero pese a que existen dos regimientos militares como el Ingavi y el de la FAB, estas unidades parecieran que se dedican a otra cosa y no por el bien de la población. A estas alturas que necesitamos resguardo, patrullaje y despejar a la gente que se queda asentada donde quieren, es cuando necesitamos que salgan los militares, que hagan algo en contra de la delincuencia, de la inseguridad, no es que sigan cobrando sueldo alto y jubilarse con el 100% y no hacer nada, ellos deberían patrullar, dejar de solo dormir en los cuarteles y recibir una instrucción para una guerra de cocachos”, aseveró de forma tajante.
La población alteña el pasado 15 y 16 de julio llegó a ser controlado y resguardado por las dos instancias públicas a pesar de la costumbre e idiosincrasia de la población de insistir en consumir bebidas alcohólicas en puestos callejeros.
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