Parcialidad electoral extrema

Muy poco de imparcialidad se podía esperar del Órgano Electoral Plurinacional (Tribunal Supremo Electoral y Tribunales Departamentales). Nace de la mano de los dos tercios del MAS en la Asamblea Legislativa, seleccionados sus integrantes entre sus militantes o allegados. El refrán bíblico dice: “por sus actos los conoceréis”.

Cuando su inclinación al oficialismo empezó a ser patente, renunció la ex presidenta Katia Uriona y a poco le siguió otra vocal. Posiblemente sus reservas éticas las llevaron entonces a dimitir. Suman y siguen hechos descarados de fomento a las irregularidades de la candidatura oficialista. Entre otras, cabe recordar su permisión explícita para que a título de entrega de obras, el presidente-candidato haga proselitismo electoral agazapado en tal pretexto. Después que en Morochata dijo que si el pueblo votaba al 100 % por él, le daría todo lo que pida. El TSE remitió el caso al juez de esa localidad, quien no tardo en declararse incompetente para sancionar este hecho. Devuelto el caso al TSE, le corresponde conocerlo, pero se halla de “brazos cruzados”.

Hasta ahora no se conoce los informes del Órgano Departamental del Beni sobre el traslado (acarreo) de votantes de ese distrito a Pando, mediante un previo empadronamiento ilegal. A modo de excusa, el TSE dice que el Ministerio Público no inicia la investigación. Se ha descubierto un nuevo registro de votantes en Riberalta con el mismo objetivo anterior, nada menos que en la casa de un alcalde provincial. El juez Daniel Núñez ordenó la detención preventiva de tres de los responsables y concedió medidas sustitutivas para a otros dos. De inmediato esa autoridad ha sido trasladada a otro asiento judicial. Esta es clara muestra del descarado poder del Gobierno sobre el Órgano Judicial y la sumisión de éste.

Un acto de favorecimiento culminante del TSE hacia el partido de Gobierno fueron las elecciones primarias irrenunciables, cuyo visible carácter buscaba validar al binomio oficial y atar las ocho candidaturas restantes a la elección. Los binomios participantes de las primarias no podían desistir. Solo procedía la no participación de los candidatos por muerte o enfermedad grave, no se admitía renuncias por otros motivos y las mismas fueron rechazadas. Sin embargo, la Ley de Régimen Electoral contempla la renuncia y, en medio de contradicciones, el TSE terminó por reconocer la procedencia de éstas, desde el día 19. Lo importante para el oficialismo es que los candidatos sigan en carrera con la finalidad de dividir el voto.

El camino trazado por el TSE hace temer una falta de transparencia en la elección de octubre. Lo visto no garantiza una adecuada equidad hacia las distintas postulaciones. La tolerancia y parcialidad del TSE es extrema. No hay duda de la justificación del pedido de la oposición para la renuncia colectiva de los miembros de ese Tribunal.