Medida de fuerza
Una decena de enfermos con cáncer y familiares suyos mantienen una huelga de hambre en los pasillos del Hospital de Clínicas, en demanda de una ley nacional que garantice una atención digna a estos pacientes y de una audiencia con el Presidente del país.
Quienes protestan, mujeres en su mayoría, cumplían ayer su segundo día en un pasillo de la unidad de radioterapia del Hospital de Clínicas paceño, con pancartas para reclamar una ley que asegure "prevención, diagnóstico oportuno, tratamientos integrales y cuidados paliativos", entre otros.
Una de las pacientes que acompaña la huelga es Miriam Troche, una humilde vendedora que batalla desde hace cuatro años contra un cáncer de mama que le ha vuelto a aparecer por tercer vez.
Troche, de 48 años, requiere inyectarse cada 21 días una ampolla cuyo precio equivale a unos 1.580 dólares, con un coste anual que supera los 34.400 dólares, según comentó a Efe.
"Tengo mis hijas y quiero vivir por ellas, ¿quién les va a ver? Mi esposo ha fallecido, no tengo un seguro de vida, no tengo salario fijo, tengo que ganarme la vida en el mercado", explicó.
Lo que gana apenas le alcanza para comer, por lo que pide ayuda a las autoridades en esta carrera contra el tiempo.
"Quisiera que el Presidente nos apoye, que haga esa ley contra el cáncer para todos, no solamente para mí, sino para todos porque todos sufrimos con esta enfermedad", manifestó.
"Tener infraestructura, equipamiento de alto nivel, profesionales con buena formación. Son muchas las necesidades que tenemos y que quisiéramos que entren en esta ley", dijo a Efe la presidenta de la Asociación de Personas con Cáncer a nivel nacional, Rosario Calle.
La norma tiene que ser consensuada con los pacientes de las nueve regiones bolivianas, con sus familiares y con profesionales expertos en oncología, cuidados paliativos y radioterapia, sostuvo Calle.
Por este motivo, el sector ha convocado a una reunión nacional en Sucre, la capital de Bolivia, los próximos 23 y 24 de agosto, para elaborar entre todos una ley que beneficie a "todos nuestros hermanos bolivianos", añadió.
Tras una serie de movilizaciones, colectivos de enfermos de cáncer y sus familiares lograron a fines de 2018 que el Gobierno costee los tratamientos de radioterapia por un año.
Las autoridades entregaron hace unos meses unas ambulancias e inauguraron en El Alto, ciudad vecina de La Paz, un albergue para pacientes procedentes de otras regiones.
Sin embargo, la queja es que las ambulancias no están funcionando y el Programa Nacional de Lucha contra el Cáncer, dependiente del Ministerio de Salud, "no está trabajando como debería", indicó Calle. (EFE)
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