Confiscación de dragas por la Fuerza Fluvial y Lacustre

Según informaciones de fechas 21 y 28 de junio, la Fuerza Fluvial y Lacustre habría secuestrado una “draga colombiana que irrumpía en el Beni”. La información señala: “Se ha realizado el secuestro de la draga y se procedió a precintarla para que no sea utilizada, toda vez que no tiene los permisos ni los documentos, solo alega que tiene 40 concesiones”, indicó el subgobernador de la Provincia Abel Iturralde”. Por otra parte, la misma Fuerza Fluvial y Lacustre, señala una información: “Tras un operativo para detectar la explotación de oro y otros ilícitos se confiscaron dos dragas chinas en la zona aurífera de Mayaya, en el municipio de Teoponte, norte del departamento de La Paz” (ED 21 y 29/6/19).

Desde hace mucho tiempo se tiene informaciones en sentido de que ríos del oriente del país son explotados para extraer oro y el uso de sistemas modernos es algo normal. Las dragas chinas confiscadas serían parte de lo mucho que operan especialmente ciudadanos chinos, que alegan “contar con las autorizaciones respectivas para explotar oro”. El problema es grave si se tiene en cuenta que, según pobladores de riberas de los ríos, ninguno de los que explotan oro cuenta con autorización alguna y menos se sabe que cancelen por derechos e impuestos.

Lo grave de esta situación es que no solamente la extracción de oro en las riberas de los ríos implica el apoderamiento del precioso metal que poseen esos ríos sino la contaminación de las aguas por el mercurio que se utiliza. Y es que al ser desparramado en las aguas este mineral venenoso contamina lo que sirve para la vida de bosques, selvas y sitios de cultivo. Además, son aguas que a su paso contaminan otras aguas de afluentes que llegan para engrosar y llegar a su destino final.

Conforme a los antecedentes que se informa son chinos que explotan oro y no responden ante nadie por lo que hacen. Según la información, “De acuerdo con los antecedentes, el miércoles 26 de junio, la Capitanía de Puerto Mayor “Guanay” realizó el abordaje a las dragas ‘Hai Xiang I’ y ‘Hai Xian II’ de propiedad de la empresa minera Hai Xian de nacionalidad china”.

El problema es grave y el gobierno es el que debe poner freno a acciones que permiten la explotación sin control alguno de oro en las aguas de ríos del oriente boliviano, porque no puede ser que el caso de las dragas, al igual que el de la draga colombiana, quede para las calendas griegas bajo el cuasi-principio de “dejar hacer y dejar pasar”. El país no puede ni debe pasar por alto estos actos que atentan no solamente contra la moral sino contra la economía nacional, al margen de causar graves problemas a las aguas y a todo el sistema ecológico.

Es importante tomar en cuenta que en las riberas de los ríos viven poblaciones que necesitan de las aguas para el cultivo de lo que les permite vivir y las utilizan para diversos trámites, trasladándose a poblaciones cercanas donde realizan los mismos, venden su mercadería y adquieren lo que precisan para sus familiares. Atender este problema es también preservar la vida y tranquilidad de muchos centenares de personas.