Explosión del sentimiento nacional

La dirección que siguen tanto Conade como el Comité Cívico de Potosí puede ser la demostración de que el Gobierno actual no maneja bien los intereses de Bolivia. Sólo queda esperar que tal demostración no se cumpla con actitudes “revolucionarias”. Consiguientemente, es preferible que el proceso dialéctico se cumpla dentro de un Estado moderno, sin requerir la presencia de fuerzas de represión -como la policía-, que suscita el desorden y abusos de toda naturaleza, aislándose implícitamente de la nación y de la ley a la cual debe la razón de su existencia.

LO QUE PUEDE ACONTECER

El orden no solamente viene del cumplimiento de la ley. El orden se defiende absorbiendo la fuerza que anima a los movimientos y éstos que siempre se aferran para entrar dentro del orden. Entonces, adviértase que a 26 de julio el Comité Potosinista esperó una respuesta del Gobierno y, como no la tiene, ingresa en un paro que da castaña que morder.

El juego de aquellas tendencias aparentemente contradictorias tiene la ventaja de mostrar que la dinámica política es un juego continuo, cuyo enfrentamiento se resuelve en una salida -en veces- “salomónica”.

El juego continuo al que hago referencia, es el ritmo mismo de toda vida política. Debemos hacer conciencia de la complementariedad de los elementos que él combina. En consecuencia, el orden asimila el movimiento y el movimiento es la energía que se inscribe en el orden social.

En aquel sentido señalado -para evitar la explosión del sentimiento nacional- nada cuesta escuchar al pueblo y materializar sus exigencias conforme a su natural coherencia; antes de considerar como normal, en torno a cada tema a tratarse, la formación de un aparato militar, con un estado mayor, grupos de choque o planes de sabotaje preparados como medios para manejar la realización de ideas meramente personales.

CARÁCTER REGULADOR DEL ESTADO

El orden con el que sueña todo gobierno individualizado es hacer una “democracia” sin ley, o comprometer la explotación de riquezas. Consiguientemente, el orden político ¡no es constante ni inmóvil! El orden político tiene su propia fisonomía y lleva líneas comunes para todos. Los movimientos expresados por Conade y por el Comité Cívico de Potosí tienen buena consistencia y su movilidad se debe a las fórmulas concretas que encierran. Los factores que engloban aquellos movimientos reúnen contundencia y, lo que es mejor, están continuamente actualizados, tanto por lenta transformación como por cambios bruscos, como a su turno representa comprometer al gobierno de Vladimir Putin, en julio de 2019, la explotación del salar de Uyuni.

En la estructura de la diferenciación de gobernantes y gobernados -si no se quiere una explosión del sentimiento nacional de gravísimas consecuencias-, el gobierno de 2019 está obligado a admitir que la disciplina se establece sobre bases nuevas, donde unas exigencias desaparecen, en cambio otras aparecen y cambian la mentalidad, las actitudes y el comportamiento social: ¡Una lección elemental para los futuros gobiernos de Bolivia!