Auditoría médica a atención de policía fallecido en La Asunta

A once meses de la detención preventiva del dirigente cocalero Franclin Gutiérez, presidente de la Asociación Departamental de Productores de Coca (Adepcoca) de los Yungas; su defensa solicitó convocar en calidad de testigos a las médicos Anadir Reyes R. y Patricia Segovia M., ambas fueron las primeras en asistir al teniente de Policía Daynor Sandóval, el día de su muerte (viernes 24 de agosto de 2018), durante un enfrentamiento entre cocaleros y policías en el puente San Antonio de La Asunta.

El abogado Ever Vera, parte de defensa técnica de Gutiérrez, mediante memorial de fecha 22 de julio de 2019, presentado ante el Ministerio Público adscrito a Provincias reiteró que ambas médicos deben prestar su declaración informativa a fin de esclarecer la atención y evaluación efectuada al teniente Sandóval, quien presentaba “herida de 12 cm por 6 cm aproximadamente que compromete piel, tejido celular subcutáneo y músculo, neurológico con Galsgow de 0/15 (nivel de conciencia de una persona que sufrió un trauma)”

El informe emitido por el galeno de Palos Blancos, Herbert Villca Zurita, no menciona las atenciones médicas tomadas con relación a la herida, señalando solamente que se hubiera realizado maniobras de reanimación. Es decir, hubo un aspecto cardíaco de gravedad, pero no refiere la atención prestada a la herida siendo que ésta fue identificada como causa de la muerte del policía Sandóval.

“El certificado médico forense señala shock hipovolémico, esto significa desangramiento”, puntualizó el abogado, que además considera que una terna del Colegio Médico de La Paz sería la instancia para que haga la revisión y evaluación de los protocolos médicos que se aplicaron a Daynor Sandoval.

Los abogados de Gutiérrez en varias ocasiones sostuvieron que no hay indicios suficientes para vincular a su defendido en este caso, sin embargo, el Ministerio de Gobierno sostiene que las amenazas públicas que hizo el dirigente cocalero demuestran su participación.

Asimismo, en junio pasado, la defensa hizo pública su sospecha de que “al teniente Sandóval le dispararon cuando ya estaba muerto” una vez ingresado al centro médico de Palos Blancos.

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