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El 16 de julio de 2019 visitó la ciudad de La Paz la princesa Mako del Japón, para conmemorar los 120 años de la primera llegada de 91 japoneses a Bolivia, en 1899, más específicamente a trabajar en el gomal San Carlos, perteneciente a la Casa Gunter, en Guanay (provincia Larecaja). Aparentemente los 91 japoneses que llegaron también “introdujeron” a Guanay el té (luego “té Chimate”) y la caña de azúcar. Es así que en esta oportunidad analizaremos la importancia que tuvo para nuestro país la goma.
A la goma, siringa o caucho (Hevea brasiliensis), los originarios peruanos la conocían como “cauchuc” (impermeable). El caucho es el jugo o látex que exuda este árbol, cuando se hace incisiones en su corteza.
La “fiebre del caucho” fue una parte importante de la historia económica y social de países con territorios amazónicos, como son Brasil, Perú, Ecuador, Colombia y Bolivia, logrando el crecimiento de ciudades como Iquitos (Perú), Belém y Manaus (Brasil). Entre 1890 y 1920, Manaus fue considerada la ciudad más próspera del mundo, gracias al caucho. Se dice que en Manaus los magnates del caucho prendían sus habanos con billetes de 100 dólares, la sed de sus caballos era aplacada con champaña en cubetas de plata, sus esposas enviaban a lavar la ropa sucia hasta Portugal y los banquetes se servían en mesas de mármol de Carrara.
Esta fiebre está relacionada con toda la cadena de explotación y comercialización del caucho, como ser: ubicación de los árboles, rayado de las cortezas, recolección del látex, ahumado del látex para convertirla en bolachas, transporte de las bolachas, acopio, exportación, comercialización e industrialización.
La fiebre del caucho a nivel mundial vivió su auge entre 1879 y 1912, experimentando, tiempo después, un renacimiento entre los años de 1942 y 1945.
El descubrimiento de la vulcanización (por Charles Goodyear en 1839) y de la cámara neumática en la década de los años 1870, principalmente para la fabricación de las llantas de los vehículos, dio lugar a una fiebre extractiva del caucho.
Hay diversas variedades de gomas, entre ellas: jebe, balata y gutapercha. Los árboles que proveen esta sustancia son las heveas, guayule, el ficus elástico y la Castilloa ulei.
Fue en la selva amazónica donde se desarrolló la actividad extractora del caucho a partir del árbol del caucho o seringueira (en portugués), un árbol que pertenece a la familia de las Euphorbiaceae. Del tallo de este árbol es extraído un líquido blanco, llamado látex, compuesto en un 35 % de hidrocarburos, destacándose el 2-metil-1, 3-butadieno (C5H8) comercialmente conocido como isopreno o monómero de caucho.
Los originarios centroamericanos fueron los primeros en aprovechar las particulares propiedades del caucho natural. La primera fábrica de productos de caucho surgió en París-Francia en 1803.
PRIMERA FIEBRE DEL CAUCHO EN BRASIL (1879-1912)
El desarrollo tecnológico y la Revolución Industrial de Europa fueron los detonantes que convirtieron al caucho natural, hasta entonces un producto exclusivo de la Amazonia sudamericana, en un producto con alta demanda a nivel mundial, generando ganancias para cualquiera que se aventurase a ingresar en la cadena de explotación y comercialización de este bien.
La Guerra del Acre (1899 a 1903) entre Bolivia y Brasil se produjo por los árboles de goma. En este conflicto bélico, gran parte de las tropas bolivianas tuvieron que trasladarse primero por tierra y luego navegando, por el trayecto: La Paz - Sorata - Guanay - Rurrenabaque - Pando.
El 17 de noviembre de 1903, el diplomático Barón del Río Branco y el embajador del Brasil, Assis Brasil, en parte financiados por los magnates del caucho, lograron la firma del Tratado de Petrópolis, de esta manera las selvas del Acre pasaron a posesión del Brasil, perdiendo Bolivia 191.000 Km2.
En 1879 se produjo un declive en los precios de la quina y es ahí donde hace su aparición el comercio de la goma, el cual duró aproximadamente 40 años. Algunos autores mencionan que existe la edad del hierro, luego del bronce y que debería existir la edad del caucho.
Debemos añadir que la primera inmigración a Bolivia, de japoneses, fue en 1899, a las selvas larecajeñas. Los 91 japoneses llegaron para trabajar en los rubros de la quina y goma; como agradecimiento, la sociedad japonesa actual, en la entrada de Sorata, colocó un reloj, con una plaqueta que conmemora este acontecimiento. Todavía en Sorata se recuerda a un japonés apellidado Sato, quien sarcásticamente decía “Bolivia grande, Japón chiquito”.
El fin del monopolio amazónico del caucho se dio en 1912 debido a que los ingleses plantaron árboles de caucho en Malasia, Ceylán (hoy Sri Lanka), India y en el África Sub Sahariana, con semillas y plantines extraídos ilegalmente del Amazonas por el inglés Wickham. De esta manera los precios del caucho a nivel mundial cayeron y la explotación de la goma sudamericana (boliviana, brasileña y peruana) ya no era rentable.
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