Espejismos

El Gobierno nacional parece empeñado en proyectos cuyo resultado es incierto. Pero incluso se da cifras de lo que se espera encontrar. La Real Academia de la Lengua Española define como espejismo una ilusión óptica que se genera cuando la luz atraviesa estratos de aire que tienen diferente densidad, lo que provoca su reflexión total y hace que los elementos que se encuentran lejos se vean de manera totalmente distinta.

De manera común se entiende esa expresión como ver algo ficticio y creer que es realidad.

Por ejemplo, yo me compro un número de Lotería hoy para un sorteo en los próximos días y con base en esta acción digo; a partir de la próxima semana seré millonario, cuando pasado el sorteo, si he tenido algo de suerte, tal vez simplemente obtuve una terminación o una cifra modesta.

Particularmente en los últimos meses, en torno a las perforaciones en busca de gas, dado que nuestras reservas han disminuido bastante, se dan afirmaciones tales como “con este pozo (en Chuquisaca) obtendremos un mar de gas”, lamentablemente el resultado fue simplemente un pozo que batió muchos records al haber llegado a una profundidad de algo más de 7.000 metros. Pero prácticamente cero gas, el Boyuy X2.

En la actualidad, según noticias (EL DIARIO, 29 de julio) Repsol inicia la exploración de nuevos pozos, entre otros se menciona que prepara el inicio de la perforación del pozo exploratorio profundo Boicoibo Sur X-1 preparado para su inicio en septiembre. El pozo indicado se encuentra al norte del Área de Contrato Caipipendi y su perforación demandará una inversión de aproximadamente 75 millones de dólares. La profundidad final calculada es de 5.300 metros y se proyecta alrededor de 260 días de trabajo. Actualmente en coordinación con YPFB se está trabajando en la integración y la interpretación de la información obtenida para definir las futuras acciones.

Otro espejismo, en el que lamentablemente se insiste, es el tren bioceánico. Supuestamente este tren se iniciaría en la parte oceánica del norte de Brasil, para luego atravesar su territorio, ingresar por la parte amazónica boliviana y luego descender hasta llegar al puerto de Ilo en Perú. Lamentablemente, hace unos pocos meses el gobierno de Brasil ha iniciado el transporte de su mercadería que va bordeando la costa del Pacífico, atraviesa Paraguay, cruza el norte argentino y luego penetra a Chile para llegar a uno de los puertos del norte chileno. La explicación lógica es que no requieren subir desde la costa brasileña hasta los 3.600 m. en territorio boliviano para luego descender a nivel del mar en Chile. Perú, a su vez, ha manifestado que si Brasil no es parte de esta iniciativa, simplemente no tendría ningún interés de participar en la misma. Pero Bolivia persiste en este empeño, invitando a empresas europeas a presentar propuestas para llevar adelante el proyecto. Una lógica elemental nos dice que si Brasil no forma parte de este espejismo, sería imposible hacer obras en ese país sin su aprobación.

Se puede considerar el proyecto San Buenaventura como otro espejismo. Lamentablemente, con el afán de hacer que el departamento de La Paz produzca su propia azúcar - como si fuera otro país- se insiste en la instalación de este ingenio azucarero en San Buenaventura. Resultado: un proyecto que en campo obtiene bajos rendimientos, altos costos de operación y, por tanto, se opera a pérdida. La solución tendría que ser trasladar el ingenio a Rurrenabaque para cultivar caña en la pampa beniana, donde se obtendría los rendimientos adecuados, pero trabajar en esta posibilidad se convierte en otro espejismo.

Hasta la próxima semana.