Actualmente en los sectores de trabajadores se observa grandes diferencias, por su idiosincrasia peculiar, en su lucha por lograr mejores condiciones de vida, lo que no es fácil en el mundo de hoy. En un caso, los trabajadores fabriles están soportando condiciones de vida difíciles, por desaparición de fábricas, disminución de horas de trabajo y jornales bajos, que no compensan sus necesidades. Además resultan perjudicados por el comercio informal y el contrabando, que está provocando el cierre de fábricas, pues ya no pueden competir, por ejemplo, con los productos chinos que invaden los mercados del país. De esta manera es destruida la Industria nacional y quedan en la calle cientos de trabajadores, sin poder llevar el sustento diario a sus hogares.
Por su parte los mineros de Bolivia forman un sector privilegiado, por el alza de precios de minerales en ciertos periodos. Este sector, integrante de la COB, durante los años de las dictaduras militares dio la cara por la clase trabajadora en las refriegas de Catavi, Siglo XX, con bajas incontables. Actualmente los mineros perciben jornales altos, razón por la cual rara vez hacen demandas salariales. Sin embargo, al margen de estas condiciones bonancibles están los llamados jukus, que se dedican al robo de minerales por carecer de fuentes de trabajo, lo que da lugar a enfrentamientos con fuerzas de vigilancia, siendo un problema social constante.
En general, los trabajadores del país tiene el problema de la falta de fuentes de empleo y la subida paulatina del costo de vida, por las difíciles condiciones en que se debate la producción agraria y las condiciones climáticas que afectan a Bolivia, lo que hace presumir que el nivel de vida va a empeorar, si no se adopta medidas acertadas.
A ello se añade que, lamentablemente, la Central Obrera Boliviana (COB), que agrupa a los trabajadores, actúa como apéndice, recibiendo instrucciones políticas, cuando ahora más que nunca debería estar unida a los trabajadores, sin siglas políticas, porque antes están los de base, que necesitan mejoras salariales a ser discutidas en sectores y congresos, que son preparados por las organizaciones sindicales. Todo ello significa reorganización de la COB, donde estén representados todos los trabajadores. Que una COB reorganizada comience a debatir sobre los problemas múltiples de los trabajadores. Es hora de considerar la realidad del país, pues las condiciones económicas no van a mejorar, principalmente porque no sube la producción, considerando que fenómenos climáticos causan daños en las zonas agropecuarias, que acusan pérdidas y obligan a la política de importación, por la falta de producción de alimentos que necesita el país en gran medida.
Frente a las difíciles condiciones económicas del país, un nuevo gobierno tendrá que mantener la ayuda a los más necesitados, inclusive asumiendo medidas para la creación de fuentes de empleo y un manejo austero de nuestra economía. También es necesario que los políticos y quienes tienen mayores recursos económicos se sensibilicen ante los sectores pobres. Es bueno humanizarse.
El autor es Profesor Emérito de la UMSA.
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