6 de Agosto, día del nacimiento de Bolivia

Después de 16 años de lucha por la independencia de la república ante la invasión española, el Gran Mariscal de Ayacucho, Antonio José de Sucre, en La Paz expidió el Decreto del 9 de febrero de 1825, de convocatoria a una Asamblea Deliberante para definir el futuro de la nueva nación, por “1º El deseo del Ejército Libertador de redimir a las provincias del Alto Perú de la opresión española para que tengan dominio propio”, complementándose con “3º Expresa la necesidad de disponer de un gobierno que preserve y dirija, con esas bases”.

La Asamblea Deliberante debió reunirse en Oruro, por dificultades se cambió de sede y se hizo en Chuquisaca el 10 de julio de 1825. Al concluir la reunión, el 23 de julio de 1825 el presidente de la Asamblea, José Mariano Serrano, junto a una comisión formada por Manuel Urcullo, José María Mendizábal, Casimiro Olañeta, y 48 representantes de provincias altoperuanas, el 6 de agosto de 1825 se suscribe y proclama el “Acta de la Independencia”.

Días después el Alto Perú adopta el nombre de República de Bolívar en honor y homenaje al Libertador Simón Bolívar, y la capital recibe el nombre de Sucre, como reconocimiento al artífice de la creación de la patria, cuya Resolución señala: “Las provincias del Alto Perú firmes y unánimes en tan justa y magnánima resolución, protestan ante la faz de la tierra entera, que su voluntad irrevocable es gobernarse por sí mismas y ser regidas por la constitución…”. Se fija los colores del Pabellón Nacional por decreto del 17 de agosto de 1825 y de República de Bolívar pasa a ser Bolivia.

El año 2002 con la guerra del agua y el 2003 la guerra del gas, fueron las plataformas que defendieron los recursos naturales e impulsaron una nueva Constitución que incluya a la población olvidada, como las mujeres, que somos más del 50% de la población y los pueblos indígenas que cuidan el medio ambiente.

La Agenda de Octubre demandaba: 1) La Nacionalización e industrialización de los Hidrocarburos. 2) Asamblea Constituyente. 3) Juicio a Gonzalo Sánchez de Lozada. Solo se cumplió con la convocatoria a la Asamblea Constituyente el 2006, fueron elegidos 255 constituyentes para la redacción de la Constitución, no hubo la Nacionalización e industrialización de los Hidrocarburos, porque siguen las transnacionales operando y recibiendo como costos recuperables, que el gobierno regala desde 2007 hasta 2014, $us 5.000 millones a las petroleras.

La nueva Constitución, elaborada por la Magna Asamblea Constituyente de 2006 a 2007 y aprobada en referéndum con un 61% de los votos en enero de 2009 y promulgada el 7 de febrero de ese año, determina en el Art. 1º “Bolivia se constituye en Estado Unitario Social de Derecho Plurinacional Comunitario, libre, independiente, soberano, democrático, intercultural, descentralizado y con autonomías, fundada en la pluralidad y pluralismo político, económico, jurídico, cultural y lingüístico dentro del proceso integrador del país”. La participación de las y los indígenas en el proceso constituyente tuvo importancia porque se incluyó la democracia participativa de manera directa de los indígenas en el ejercicio del poder político.

La nación creada el 6 de Agosto de 1825 con el nombre de Bolivia cumple 194 años, siendo cambiada por el Estado Plurinacional (con el fin de reconocer a las naciones y pueblos indígena originario campesinos), lo que se celebra el 22 de enero, como toma de posesión de Evo Morales. Han pasado 10 años desde de la “refundación”, el porcentaje de participación “directa” de los indígenas, como manda la Constitución, no se cumple, sigue la imposición de representantes indígenas a través de partidos políticos, que no hacen respetar el mandato constitucional de cuidar el medio ambiente. Por el contrario, aprueban leyes a favor de la deforestación, que beneficia solo a empresarios privados. Es el gran fracaso histórico de Morales y su gobierno, caracterizado por el autoritarismo en camino a la dictadura, por incumplimiento de la CPE y la no aceptación del resultado del referéndum del 21F.

La autora es Economista y Abogada.