Estado de emergencia de la conectividad aérea internacional

La conectividad internacional y el flujo del transporte aéreo son vitales para los países y sus economías, en la actualidad no podemos darnos el lujo de estar aislados del resto del planeta, más aun cuando la tendencia mundial es a una creciente vinculación aérea e incremento de los vuelos internacionales, incluso hace pocos días se rompió el récord mundial de vuelos en un solo día: 230.000 a nivel global por la elevada demanda, no obstante en Bolivia la cosa parece ir por otro rumbo.

Estos últimos años se fueron muchas líneas aéreas que operaban en nuestro país, argumentan el elevado costo de operación, baja rentabilidad, temas tributarios y otras razones, pero es un hecho que se retiran porque no les es atractivo operar en Bolivia con unos cuantos vuelos semanales, respecto a destinos en otros países con condiciones más favorables, mayor demanda y, bueno, haciendo un balance, pues deciden operar otras rutas que les permitan generar rentabilidad.

En los próximos meses se retirará American Airlines y ello supondrá varios efectos, especialmente la pérdida de conectividad aérea internacional y la reducción de frecuencias, repercutiendo en un descenso de visitantes o pasajeros, que valga sea de paso para poder llegar a Bolivia tienen que hacer una gran cantidad de escalas y esperar muchas horas. Tal vez pensará y dirá que aún queda un vuelo de una línea nacional, claro que sí, pero hay personas que no desean utilizar esa línea o prefieren casi siempre la de su país por razones de confiabilidad, seguridad e imagen; además la estatal monopoliza el mercado y no se está permitiendo el ingreso de otros operadores, como el caso de Lloyd Aereo Boliviano, línea bandera de Bolivia, que gracias a la inversión de un grupo de personas se encuentra en proceso de operar de nuevo, pero aún no recibe la luz verde para ello.

Un indicador que se considera sobre la conectividad aérea es determinar la cantidad de vuelos directos entre capitales de países, y en nuestro caso es cero, obviamente si consideramos a Sucre con su título de capital; no obstante si analizamos el caso de La Paz como sede de gobierno, pues podemos mencionar tres vuelos como los únicos para conectarnos con otros países, que es un número bajísimo, ni siquiera nos vincula con todos los países limítrofes.

Hace varios años se decidió que Viru Viru sea el principal aeropuerto de Bolivia por diferentes razones, igualmente las conexiones desde Santa Cruz son limitadísimas, intercontinentalmente apenas un país europeo y uno de Norteamérica, además de otros pocos a países regionales. Debemos recordar que ahí tenía que construirse un Hub que brinde mejores condiciones de operación aérea, se firmó contrato con una empresa china en 2016, pero después fue disuelto porque “no se comprendió el alcance del proyecto”. Actualmente aún se espera a una empresa y se supone que en estos meses se firmaría el contrato, no obstante el proyecto está retrasado muchos años.

No solo se trata de la infraestructura, sino de dar las condiciones y facilitar la operación aérea, pensando en los usuarios, qué ironía con varios aeropuertos recién inaugurados, varios “internacionales” que prácticamente no funcionan y quedan solo como meras obras llamadas elefantes blancos, sin pasajeros, ni aviones y ni mencionamos el elevado número de incidentes aéreos registrados en últimos meses, aspecto que también complejiza la situación.

Nos estamos aislando cada día más y de forma acelerada, los operadores de viajes y el sector turístico en general ya señalaron su total descontento y nadie toma una posición ni responsabilidad; es fundamental que se asuma una política gubernamental con seriedad respecto a estos temas esenciales para la vinculación del país con el resto del mundo, se trabaje urgentemente en mejorar las condiciones de operación, infraestructura, negociación con operadores, etc.

El autor es Magister en Turismo.