Pese a quedar en el cuarto lugar de su prueba, el atleta orureño se consolida como una figura nacional.
El atleta Vidal Basco consiguió un cuarto lugar meritorio en la prueba de 10.000 metros planos, además que rompió su propio récord nacional, siendo así uno de los deportistas de Bolivia más destacados en estos Juegos Panamericanos de Lima.
No ganó el oro en la prueba, pero a nivel personal fue mucho más que eso. El orureño demostró que tiene la capacidad de alcanzar grandes logros a nivel internacional, debido al empeño que puso en estos 10 kilómetros cronometrados.
En la competencia, Basco fue implacable en los primeros tramos. El boliviano dejó con la boca abierta a los asistentes del estadio de Videna, donde presenciaron el repunte del atleta nacional.
Empero, los últimos tramos fueron de amplia lucha, pero el boliviano no se daba por vencido ante los fondistas internacionales. No obstante, los últimos metros fueron claves, ya que Basco comenzó a perder la pisada de sus contrincantes.
De tal manera que el orureño pisó la meta en el cuarto lugar, con un tiempo de 28 minutos, 34.37 segundos. El ganador de la medalla de oro fue el brasileño Ederson Vilela (28:27.47).
Más allá de rozar por segundos el podio, el atleta nacional se erigió con un nuevo récord nacional. Basco logró romper su propia marca con mucha diferencia, ya que en el Sudamericano Mayor en la misma pista limeña, el boliviano paró el crono con 28:52.32.
DE PASTEAR OVEJAS...
El atleta orureño confesó ayer que tuvo que pasar muchas dificultades para poder sobresalir en su carrera en el atletismo. Basco demostró que es una ejemplo en el atletismo nacional, siendo referente en las pruebas de fondo con pasado de pobreza.
“En mi niñez vivía en mi pueblo, nací en un pueblo lejano de la ciudad de Oruro. Caminé kilómetros de niño, no teníamos muchos recursos, por lo que sufrí mucho en esta etapa”, recordó el atleta.
Pero, para Basco esto no fue una barrera, ya que supo aprovechar su carencia para formarse en el atletismo. “Pastoreaba mis llamas y ovejas, gracias a eso me hice más fuerte. Caminaba kilómetros entre colinas, así me formé físicamente desde niño, porque caminaba 10 kilómetros de ida y 10km de vuelta del colegio a mi casa”, añadió.
Pese a su semejanza de su historia con la del recordado atleta Crispin Quispe, quien se destacó en carreras históricas de la prueba de El Diario en los años 70’s, la diferencia es que él recibe apoyo a través del Estado en la actualidad.
El orureño, no obstante, destacó que se conoció en el atletismo gracias a los Juegos Plurinacionales, que es organizado por el Estado. “De no existir estas pruebas, no sabría dónde puedo estar ahora. Agradezco mucho al presidente Evo Morales, por apoyarnos en el deporte”, destacó el atleta, quien a diferencia de otros deportistas, él se dedica sólo al atletismo con el apoyo del Estado a través del programa “Tunkas” y los premios que recibe por sus competencias en los 10k a nivel nacional en el año.
El próximo objetivo del boliviano será en conseguir la marca para los Juegos Olímpicos, él promete hacerlo con propio mérito.
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