Aprender educación vial en la infancia

La educación de las personas empieza en la infancia, popularmente se dice que “el niño en sus primeros años aprende más que en toda su vida”. Es en este periodo del desarrollo humano que el niño aprende unas reglas básicas de convivencia que serán el fundamento de su conducta.

Las personas vivimos en sociedad, eso significa que desde la infancia aprendemos a convivir. La convivencia significa vivir en compañía de otros, sin la convivencia el hombre no podría desarrollarse como persona, ya que su desarrollo está unido siempre a otras personas.

Para que exista una buena convivencia es necesario desarrollar unas reglas básicas: el respeto, que consiste en tratar a los demás de manera que no se les ofenda. La comprensión, que es la facultad de entender la forma de actuar de las otras personas. Y la comunicación, ya que si no existe diálogo no hay convivencia. Estas reglas básicas de convivencia se aprende en los grupos primarios, donde el niño comienza su formación personal y social: la familia, la escuela y el grupo de amigos.

Las calles, las avenidas y el transporte público son espacios comunes que al transitar cotidianamente compartimos con otras personas, pero no es fácil compartir espacios comunes y recorrer por ellos correctamente (sabiendo en cada momento cómo tenemos que comportarnos), una manera de lograrlo es aprendiendo las normas de circulación y su aplicación para evitar y prevenir accidentes de tránsito, a esto es lo que llamamos educación vial.

Desgraciadamente en nuestro país hay muchos accidentes de tránsito, la mayoría es causada por la imprudencia de un conductor, un pasajero o un peatón, sin embargo, el número de accidentes de tránsito podría reducirse muchísimo si se respetara las reglas básicas de convivencia y se aplicara la educación vial desde temprana edad.

La educación vial no solo debe ser un tema a estudiar únicamente para sacar la licencia de conducir, ya que de nada sirve que un adulto aprenda de memoria el Código de Tránsito y la señalética vial, si luego realiza conductas viales inapropiadas, como: no saber cómo comportarse en la calle, no respetar a los demás pasajeros en el transporte público, no respetar el semáforo, no utilizar el cinturón de seguridad, tocar la bocina de forma indiscriminada, etc.

Nuestro país necesita una educación vial que sirva para mejorar las relaciones sociales y para aprender a convivir en sociedad de forma cada vez más armónica y más feliz. Por eso es vital aprender educación vial en la infancia, porque es la mejor forma de prevenir conductas viales inapropiadas y accidentes de tránsito, ya que es así cómo se genera cambios conductuales en las personas, permitiendo así que las nuevas generaciones tengan más conciencia y sean más responsables en el futuro, permitiendo una mejor “convivencia vial” entre peatones, pasajeros y conductores (automovilistas, motociclistas y ciclistas).