En la estrategia gubernamental actual, la propaganda política ha sido su prioridad. Los mensajes de aniversario patrio apuntan más a una palestra de ponderación de sus políticas que de sinceridad y objetividad del balance de gestión. El discurso informe del presidente Morales y del vice García Linera, este pasado 6 de agosto, no han sido la excepción.
Entre otros aspectos, el segundo mandatario mencionó que proseguirá la transformación de la “tecnología de la agricultura”, pero omitió que tal tecnología es un aporte de las empresas agrícolas privadas. El Gobierno nada ha hecho al respecto. Si el tema se circunscribe al Oriente del país, las autoridades nada pueden decir con respecto al Occidente (Altiplano y Valles), región en olvido total. De nada le ha servido la vocación indígena del Gobierno al hábitat poblado de aimaras y quechuas, etnias que se limitan a emigrar a los centros urbanos.
La también mencionada ampliación de la frontera agrícola incluye, hasta el momento, la deforestación y tala de bosques, con todas sus emergencias negativas climáticas, cuando la tendencia racional es obtener mayor producción en menor espacio, para lo cual hacen falta políticas públicas y un gran aporte tecnológico. Cuando el vicepresidente se refería a la “interacción de la inversión extranjera y privada”, estuvo lejos de reconocer que en 2018 la inversión exterior en Bolivia fue la más baja de Latinoamérica y se situó en menos de 1.000 millones de dólares.
Mientras la intervención anterior se colmó de promesas, la del Jefe del Estado repitió la cadena de cifras harto conocidas de “crecimiento económico”, siempre comparando las gestiones anteriores al “boom” de los precios de materias primas, plus de su Gobierno. Ponderó que Bolivia es uno de los países con menores índices de desocupación. Dijo que entre el 2017 y el 2018 fueron creados 341.000 nuevos empleos. Pocos días antes, los medios informaron que de 15.000 desocupados en el año 2003, hoy son unos 250.000. Se conoce que lo informal no es otra cosa que el contrabando; los ocupados por la informalidad viven en estado de subsistencia.
Respecto al contradictorio tema del crecimiento del PIB nacional, para las fuentes oficiales será este año del 4,5%, mientras que la CEPAL, BID, FMI y otros organismos señalan que cuando más será del 4%. En cuanto a los datos de pobreza en el país, el Centro de Estudios Agrarios y Laborales lo señala en 61%, aplicando el Método Integrado de Medición de Pobreza, que en mención sintética comprende el acceso a recursos económicos, estabilidad laboral, democracia y seguridad humana, sin mencionar el acceso a servicios básicos, vivienda, salud, educación, etc. Los datos oficiales se basan solo si los ingresos monetarios son suficientes para una economía algo superior a la mera subsistencia. El Gobierno sostiene solamente los parámetros del INE, que para muchos son manipulados.
Usurpado el 7 de octubre de 1970, por defender EL DIARIO |
Dirección:
Antonio Carrasco Guzmán
Jorge Carrasco Guzmán |
Rodrigo Ticona Espinoza |
"La prensa hace luz en las tinieblas |
Portada de HOY |
Caricatura |