Carencia de táctica política en los partidos

En los organismos partidarios que tercian en el ruedo electoral actual no es difícil observar la casi absoluta falta de tácticas políticas y su sustitución, en cambio, por actitudes sectarias, personales y, en general, subjetivas de todo tipo. La atención de los asuntos de interés nacional ha quedado en el olvido y solamente se advierte en sus programas asuntos de mínima cuantía, en el nivel de la politiquería. Todo eso tiene decepcionada a la población del país. Veamos cómo conciben los partidos las tareas del momento.

Se considera como táctica de un partido su conducta política, vale decir la orientación de su actuación en relación con las nuevas tareas o frente a una nueva situación política. Cuando aparece una nueva circunstancia, un estado de cosas que ha ido creando el régimen actual, o sea por la diferenciación completa entre la mayoría del pueblo y el gobierno, el nuevo problema consiste en saber cuáles son los procedimientos políticos a ser empleados para enfrentar el proceso electoral, así como los resultados del mismo.

Según se observa en los hechos políticos de actualidad, el interés de los partidos se concentra en asuntos de mínima cuantía, por cuanto se limitan a hechos concretos y, salvo excepciones menores, carecen de capacidad para sacar las deducciones lógicas necesarias y así obtener los razonamientos oportunos para enfrentar la crisis que atraviesa el país. El partidismo espontáneo se reduce a puntos secundarios, no propone algo novedoso, confunde la parte con el todo o, como dice el refrán, los árboles no les dejan ver el bosque, fenómeno ostensible tanto en el oficialismo como en la oposición.

Tan carente de táctica política es el caso particular de algunos partidos opositores, si pueden llamarse tales, que se han enguerrillado entre ellos, han terminado luchando a favor del enemigo común y levantando banderas personales y sectarias por falta de perspectiva histórica.