Cómo ayudar a los niños que son hostigados

El hostigamiento suele transformarse en una pesadilla para los niños, pues implica amenazas violentas, daño a la propiedad o lesiones graves dejando cicatrices emocionales profundas. Si su niño es víctima de hostigamiento y no sabe cómo apoyarlo para terminar con esa situación, a continuación le damos algunos consejos.

En cierto momento un hermano o amigo pudo hacer una broma sobre el niño. Por lo general, esto no es dañino cuando sucede en un contexto mutuo, de juego y armonía y ambos niños lo encuentran gracioso. Sin embargo, cuando la burla causa daño, es constante y desagradable, cruza la línea y se transforma en hostigamiento que debe ser frenado.

El hostigamiento es un tormento intencional que se da a nivel físico, verbal o psicológico. Puede implicar golpes, empujones, insultos, amenazas y burlas e incluso extorsiones para conseguir dinero y pertenencias. Algunos niños hostigan evitando a los demás o difundiendo rumores sobre ellos. Otros usan los medios sociales o los mensajes electrónicos para burlarse de los demás o herir sus sentimientos.

El hostigamiento debe tratarse con seriedad y no restarle importancia como algo que los niños deben “aguantar”. Los efectos pueden ser graves y afectar el sentido de seguridad y autoestima de los niños. En casos graves, han provocado tragedias, como suicidios y tiroteos en sus colegios como sucedió en países del extranjero.

CAUSAS

Los niños hostigan a otros por diversas razones. A veces toman de punto a otros niños, porque necesitan una víctima (alguien que parece más débil en el aspecto emocional o físico, o que simplemente actúa o parece diferente de alguna manera) para sentirse más importantes, populares o al mando. Algunos hostigadores son más grandes o más fuertes que sus víctimas, pero esto no siempre es así.

A veces los niños atormentan a los demás, porque es ese el trato que han recibido. Quizás crean que su comportamiento es normal, porque ellos vienen de familias u otros entornos donde a menudo todos se enojan, se gritan o se insultan unos a otros. En algunos programas de televisión populares parece promoverse la maldad: eliminan a la gente mediante un proceso de votación, la evitan o la ridiculizan por su apariencia.

SIGNOS DE ALERTA

A menos que su hijo le diga que está siendo hostigado, tenga moretones o lesiones visibles, puede resultar difícil deducir si eso en realidad ocurre. Sin embargo, existen algunos signos de alerta.

El niño actúa diferente y parece estar ansioso

No come ni duerme bien

No disfruta hacer cosas que antes lo ponían feliz

El niño está de mal humor y se irrita con facilidad

APOYO

Si su hijo le cuenta que está siendo hostigado, escúchelo con calma y bríndele atención y apoyo. A menudo los niños son reacios a contarles a los adultos este tipo de situaciones, porque se sienten avergonzados y culpables, o les preocupa que sus padres se desilusionen, se depriman, se entristezcan o reaccionen ante la situación.

A veces los niños sienten que la culpa es de ellos, que si hubieran mirado o actuado de otra manera, eso no habría sucedido. Otras veces temen a que si se entera quien los hostiga esto empeore. A otros les preocupa que sus padres no les crean o que no hagan nada al respecto, o que les digan que se resistan cuando eso les causa temor. Tiene mucha importancia el brindar amor y el apoyo al niño, felicítelo por hacer lo correcto. Recuérdele que no está solo, que muchas personas son hostigadas en algún momento. Remarque que el inadecuado comportamiento es del hostigador. Dígale a su hijo que descubrirán juntos qué hacer al respecto.

No se calle, informe a alguien de la escuela (el director, o un consejero o maestro) sobre la situación. A menudo, estas personas pueden controlar y tomar medidas para evitar más problemas. Además es importante que estas personas reciban la ayuda necesaria, porque de seguro esta actitud se debe a algo que va manifestando negativamente.

Tome la situación con seriedad si se entera de que el hostigamiento empeorara si la persona que adopta esta conducta se entera de que su hijo le comentó al respecto o si hay amenazas de daño físico. A veces, resulta conveniente acercarse a los padres del hostigador. Sin embargo, en la mayoría de los casos, los maestros son la mejor opción como primer contacto.

CONSEJOS

Como padre puede ayudar de enorme manera a su hijo a enfrentar el hostigamiento en caso de que esté pasando por una situación. Algunos suelen decirles a sus hijos que tomen represalias. Después de todo, usted se siente enojado porque su hijo sufre y quizá a usted le hayan dicho que “se defienda solo” cuando era niño.

Evitar al hostigador y estar siempre acompañado por un compañero

Contener la ira.

Actuar con valentía, alejarse e ignorar al hostigador.

Buscar ayuda.

RECUPERAR LA CONFIANZA

Sufrir hostigamiento puede dañar la confianza de un niño. A fin de recuperarla, sugiera a su hijo que pase tiempo con amigos que ejerzan una influencia positiva. Participar en clubes, deportes u otras actividades agradables genera fortaleza y amistades.

Escuche a su hijo en situaciones difíciles, pero también invítelo a que hable sobre las partes buenas del día y escúchelo con la misma atención. Asegúrese de que su hijo sabe que usted cree en él y que hará todo lo que pueda para ocuparse de las situaciones de hostigamiento que surjan.