El poder de un discurso personal para nosotros mismos

Vivimos en este mundo haciendo lo que aprendimos a hacer en el hogar y en nuestro mundo familiar.

Aprender a pronunciar palabras positivas, aprender a pronunciar palabras de aliento, aprender a pronunciar palabras de estímulo, de optimismo y de seguridad en nosotros mismos es algo que muchos no aprendimos pese al gran corazón de mamá, pese a la gran inteligencia de papá, pese a la maravillosa presencia de los hermanos.

Al parecer, lo que aprendimos es a pensar de manera negativa, de manera desalentadora, de manera desmotivante y eso sí que nos afecta y nos afecta mucho en caso de seguir haciéndolo.

Aprender a crearnos nuestro propio discurso personal de motivación, de animación, de esperanza y de determinación es una herramienta relativamente fácil de hacer; simplemente tenemos que darnos la libertad de redactar un discurso para nosotros mismos en el cual podamos decirnos algo así: ”(cada cual dirá su nombre), yo diría “Eduardo, debes mantenerte fuerte, positivo, en tiempo presente y en tu aquí y en tu ahora; debes erguir tu cuerpo, debes tomar una respiración profunda de coraje, y debes hacer una sonrisa maravillosa, debes practicar la tranquilidad interior y estar fuerte, relajado; te felicito y te aprecio”

Utilizando el formato del ejemplo que acabo de mencionar podemos aprender a decir o pensar dicho discurso en los momentos en que tengamos algún apuro o tengamos algún nerviosismo; debemos tener por seguro de que si pronunciaos las palabras, nuestros estados negativos van a desaparecer y nuestros estados positivos van a suceder; nos vemos en el artículo de mañana.

Si desea tener una conversación con el autor o una consulta acerca de cualquier problema de su vida, puede llamar a los teléfonos del encabezado (72513317 – 2488284), se contestan mensajes por WhatsApp también; los problemas sólo se resuelven cuando se los afronta con confianza y con la decisión de encontrar una verdadera solución.