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Margareth Padilla se destaca en Argentina

La boliviana es becada en el club Obras, donde desempeña su talento en el básquetbol.


Persiguiendo sus sueños a través de mucho trabajo, la boliviana Margareth Padilla es una jugadora de básquetbol destacada en el club Obras de Argentina. La cruceña, de 16 años, sueña en alto en este deporte siendo catalogada como una de las embajadoras bolivianas en esta disciplina.

Margareth Padilla Lijeron, nació en Santa Cruz, un 15 de febrero de 2003. La joven atleta es la menor de cuatro hermanos, que también son deportistas.

Margareth contó a Deportes El Diario que gracias a sus hermanos ella aprendió el básquetbol. “Mientras mi hermana entrenaba, yo la imitaba en la cancha”, narró en contacto desde Argentina. Fue entonces que sus padres (Edil Padilla y Cecilia Lijeron) decidieron en inscribirla al club Orca de la capital oriental, donde además su hermana mayor se encontraba.

Margareth tuvo el apoyo de los dueños del club (María Elena Camacho y Jaime Orbanes), que le dieron las herramientas para que ella se desarrolle en este deporte. “Fue el profesor José Ramiro Camacho (Pepe) mi primer entrenador; luego Donate, Morris, Corrales y Luis, quienes me enseñaron a madurar como deportista”, añadió.

Este talento de Margareth dio sus frutos a corto plazo, ya que la atleta formó parte de la selección cruceña en las categorías Sub12, 14, 15 y 16 años, participando en torneos nacionales.

Su buen desempeño también llegó a las filas de la selección boliviana, en la cual participó desde sus 13 años en los Juegos Escolares Sudamericanos (Medellín-Colombia), además de representar al país en los mismos juegos que se celebraron en Cochabamba, con un tercer lugar ponderable. “En ese campeonato entendí lo lindo que es jugar de local”, cuenta.

Con el pasar del tiempo, Margareth tenía un solo objetivo: “viajar a Estados Unidos”, justamente a Miami para asistir a un campus deportivo. “Entonces, mi padre al ver el interés que tenía, me regalaron el viaje como regalo de 15. Al campus asistían diferentes basquetbolistas de diferentes partes del mundo”, añadió.

Fue en este evento deportivo donde conoció a Génesis Toledo, basquetbolista argentina, con quien entabló una gran amistad.

“En diciembre del 2018 me habló Francisco Pirani (entrenador del Club Obras) preguntándome si no me interesaba ir a hacer unas pruebas al club”, añadió Margareth, quien apuntó que su amiga Génesis ayudó para el contacto.

“Fue así como en febrero del 2019 ya estaba en Argentina, el club tiene una semana para que basquetbolistas de diferentes partes se vengan a probar. Esa semana fue muy intensa, porque se entrenó muy duro. Tras las pruebas, los entrenadores hablaron con mis padres para pedirles que me quede en club, finalmente mis padres aceptaron”, destacó.

El trasladarse a vivir a Argentina no fue complicado para Margareth, ya que tiene a sus hermanos estudiando en el vecino país, tanto Leonardo (quien es jugador de la reserva del Argentino Junior) como Jalimar (quien se está especializando en locución y periodismo deportivo).

“Somos muy unidos”, cuenta Margareth, quien tuvo que afrontar la separación de la familia cuando partieron sus hermanos primero a Argentina, pero asegura que “fue muy lindo que Dios nos volviera a unir”, en la actualidad. Margareth admitió que es “muy duro” no estar al lado de sus padres, con quienes mantiene contacto a través de llamadas telefónicas o de video. “Sí, es duro, muy duro, pero todo sacrificio tiene su recompensa, y mi padre es quien me recuerda eso. Mi familia es el mejor regalo que me dio Dios, son mi todo”, acotó con nostalgia.

No obstante, Margareth no pasa por necesidades, ya que cuenta con una beca en el Club Obras, a nivel académico como deportivo. La boliviana cuenta con todos los beneficios de alimentación (“que es muy rigurosa”), uniforme, libros, gimnasio, hasta un equipo médico, a través de un seguro. La atleta considera que este apoyo es completo, ya que está destinado en darles a los deportistas los conocimientos integrales con una labor potenciada y seria.

La boliviana logró destacarse en los campeonatos de la región. Su puesto es de base y forma parte de la división Sub-17 y Sub-19. Ella apunta en jugar en Europa, como lo hace la jugadora que admira (Melisa Gretter-Argentina). Además, sueña con la medalla de oro a nivel olímpico con la selección de Bolivia.

“Para Dios no hay nada imposible, pero nosotras debemos poner de nuestra parte entrenando con disciplina y compromiso”, finalizó.

ARGENTINA Y BOLIVIA, ABISMAL DIFERENCIA

En su paso por Argentina, Margareth Padilla aseguró que hay mucha diferencia en cuanto a la formación de los deportistas, sobretodo en el baloncesto.

Primero, el trabajo es completo. “Hay un entrenamiento táctico y físico todo el tiempo. Existen rutinas de gimnasio diarias desde los 12 y 13 años con instructores netamente personales; algo que en Bolivia no existe”.

Segundo, alimentación. “Es club se encarga de alimentar al equipo, estén o no reclutadas, todas comen lo mismo; en Bolivia sólo te reúnes y juegas, luego vives tu vida normal”, cuenta.

Tercero, salud. “A todas nos hacen un seguimiento, si hay una lesión ellos no la dejan a un lado como sucede en Bolivia; el club corre con todos los gastos. Lamentablemente, muchas buenas deportistas dejaron de jugar por este motivo”.

 
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