En pos de gas, anuncios para inversión en La Paz

Las expectativas por encontrar petróleo y gas en el departamento de La Paz han sido muchas en los últimos diez años, pero han resultado infructuosas. Ahora, el pasado 22 de julio el Presidente de la República conjuntamente el Ministro de Hidrocarburos hicieron el anuncio esperanzador de que “se invertirá 76 millones de dólares para la perforación del pozo Mayaya Centro XI IE en el municipio de Alto Beni en el departamento de La Paz”. El Ministro señaló: “El Proyecto Mayaya Centro permitirá confirmar los 5,9 millones de barriles de petróleo y 15 trillones de pies cúbicos de gas natural visualizados en el Subandino Norte y Llanura Beniana”.

El anuncio ha sido, para la colectividad nacional, “una cuestión que muestra la campaña electoral”, pero las afirmaciones hechas por el Ministro de Hidrocarburos, con muchos detalles, darían lugar a que algo “de cierto” habría en lo afirmado y que sería producto de investigaciones serias y responsables que se habrían hecho. Dijo, pleno de optimismo: “En los últimos años YPFB realizó varios estudios y actividades de exploración para integrarlos con los datos del pozo Lliquimuni Centro-XI (que fue descubridor no comercial) como resultado de la integración de dicha información adquirida por YPFB”. Añadió: “Hemos invertido 193 millones de dólares en La Paz para buscar información en el Subandino Norte, que es un prospecto muy importante, muy parecido al prospecto Subandino Sur, donde están los campos Margarita, San Alberto. Es decir, que esta región norte es el futuro económico de Bolivia. Pero, paralelamente, nosotros hemos hecho sísmica en la Cuenca Madre de Dios y Río Beni que ocupan los departamentos de La Paz, Pando y Beni” (ED 23/7/19).

Los campos tradicionales de gas prácticamente están agotados debido a la sobreexplotación a que fueron sometidos; lo poco restante cubre solo una parte de lo comprometido al Brasil y a la Argentina, quedando el saldo para consumo interno. La verdad es que, según los entendidos, nada raro sería que en corto tiempo nos veamos obligados a importar gas para el abastecimiento interno y, por supuesto, quedarían sin cubrir las cuotas comprometidas con los dos países, como son Brasil y Argentina.

Anuncios como los realizados, efectivamente son esperanzadores; pero las experiencias pasadas han dado la lección de que no se debe confiar mucho porque los resultados finales frustran y decepcionan. Es de esperar que los anuncios no sean, simplemente, parte de la campaña pre-electoral en que está empeñado el partido de gobierno con miras a conseguir una cuarta reelección del Presidente que, contraviniendo lo dispuesto por la Constitución y los resultados del 21F, ha decidido, de todos modos, prolongar su mandato. Hay que convenir, frente a toda la propaganda, que el país ya conoce los extremos a los que se llega cuando se trata de convencer a los posibles electores sobre hechos y descubrimientos extraordinarios que están muy lejos de ser realidad.