El SIN miente
> Frente a las acusaciones de eludir una acusada y falsa deuda millonaria, el “Decano de la Prensa Nacional” aclara que la instancia estatal pretende distorsionar las gestiones realizadas por esta empresa para liberarse del acoso
Ante un comunicado publicado por el Servicio de Impuestos Nacionales (SIN) el pasado 9 de agosto del año en curso, en el que sostiene que EL DIARIO ataca a esa institución y a la Política Tributaria boliviana para eludir una acusada y falsa deuda millonaria con el pretexto de defender la libertad de expresión, el “ Decano de la Prensa Nacional” puntualiza que está instancia estatal pretende distorsionar las gestiones realizadas en su momento para liberarse del hostigamiento y abuso aplicado sistemáticamente.
Al respecto, esta empresa periodística, en el marco de las normas vigentes, se acoge al artículo 115 de la Constitución Política del Estado que garantiza a todo ciudadano “el derecho al debido proceso, a la defensa y a una justicia plural…”. Por tanto, no se trata de un ataque a una institución estatal, es una defensa de derechos que asisten, en este caso, a contribuyentes afectados por imposiciones tributarias cuestionables.
Cabe remarcar que para EL DIARIO, la libertad de expresión es un fundamento que ha sido defendido desde el 5 de abril de 1904 y no es un “pretexto” ocasional como argumenta la autoridad del sector y menos para “eludir” obligaciones.
En ese contexto, este medio de comunicación afirma que durante dos décadas se efectuaron los pagos en efectivo y la entrega de productos con la finalidad de honrar los impuestos de ley; sin embargo, sufre retenciones de dinero, además de la persecución y amedrentamiento a nuestros clientes.
ASFIXIA FINANCIERA
En el año 2000, la administración tributaria generó un aviso de deuda, por lo que los ejecutivos del periódico ofrecieron un pago consistente en productos, pero sistemáticamente se esquivó la monetización de la mercancía entregada y desde entonces ya transcurrieron 18 años.
El intento de cumplir la obligación no mereció respuesta, y por el contrario se apresuró el congelamiento de cuentas bancarias, y con ello se excluyó a la empresa del sistema de compras estatales (Sigma). La asfixia fue contundente, certera y direccionada a cortar todo ingreso por venta de servicios.
Paradojicamente, en lugar de ofrecer una oportunidad para la generación de ingresos destinados al pago de la supuesta y achacada deuda, se aplicaron multas, intereses y otros cargos, forzando e inflando el pretendido trance hasta montos irreales.
El año 2013, una planificada operación de embargo se puso en marcha, agentes tributarios, con medios audiovisuales previamente preparados, irrumpieron con violencia, respaldados por policías y un discurso con el estigma de empresa deudora, colocaron adhesivos al frontis del edificio principal con la palabra “embargado”.
Empero, la difusión de la noticia que buscaba legitimar una acción estatal contra esta empresa tuvo un efecto contraproducente, debido a la solidaridad de la paceñidad, de las instituciones cívicas, dirigentes de periodistas, y la fortaleza de los trabajadores del periódico interpretaron correctamente el atropello, por lo que mostraron su disposición de defender a un medio identificado con la libertad de expresión, la libertad de prensa y los valores de unidad nacional.
Por otro lado, está probado que el mensaje de la administración tributaria borró toda memoria de la intención de conciliación demostrada por la empresa en los últimos 19 años.
Con esta explicación a los lectores y a la sociedad que siguen nuestras ediciones diarias durante 115 años, también desvirtuamos la afirmación del Presidente del SIN orientada a estigmatizar a una familia bajo el rótulo de deudora y evasora de impuestos.
FABULOSA DEUDA
La acusada y falsa deuda tributaria se incrementó de 121,7 a 638,6 millones de bolivianos en tan sólo 203 días. El 21 de mayo de 2018, una carta dirigida por el Servicio de Impuestos Nacionales (SIN) a un cliente de EL DIARIO informa que “la deuda impaga -de este medio- asciende a 121.708.470 bolivianos”. El mensaje, del cual guardamos copia, tenía por finalidad cobrar deudas directamente a nuestros clientes a cuenta de presuntas deudas con el SIN.
La nota emplaza a remitir los “créditos embargados a la Gerencia de Graco La Paz”, dentro del proceso de embargo de créditos al periódico paceño.
Exactamente 203 días después, el 10 de diciembre de 2018, la gerente interina de Grandes Contribuyentes (Graco La Paz) envió la comunicación 06135/2018 con la liquidación de adeudos tributarios que consigna la fabulosa cifra de 638.650.040 bolivianos.
Para el 8 de agosto de 2019, la cifra había escalado a los 666,7 millones de bolivianos (unos 96 millones de dólares), según la carta enviada por el principal ejecutivo del SIN, en la cual no menciona las intenciones de pago en efectivo, mediante un título valor y en especie (Ver los capítulos IX y X).
En el espacio institucional de Facebook creado por el SIN para referirse a EL DIARIO, los cibernautas rechazaron la forma de cálculo de intereses y multas, la aplicación de sanciones a pequeñas actividades económicas por errores menores y otros abusos.
Por otro lado, el numeral 4 del artículo 68 de la Ley 2492 expresa que los sujetos pasivos tienen derecho a la reserva y confidencialidad de los datos, informes o antecedentes que obtenga la Administración Tributaria, sin embargo, ese derecho ha sido vulnerado en varias oportunidades y a manera de ejemplo citamos tres fechas: en junio de 2013, en abril de este año y en la carta enviada por el principal ejecutivo del Servicio de Impuestos Nacionales, el pasado jueves 8 de agosto.
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