Gobierno ratificó que “no declarará desastre nacional”

Mientras desde Santa Cruz se informó que el fuego había rebrotado en el parque Charagua y se confirmaba oficialmente 10 municipios con incendios activos: San Antonio de Lomerío, Concepción, Puerto Suárez, Roboré, San Ignacio, San José, San Matías, San Rafael, Charagua y San Javier; el vicepresidente Álvaro García descartó ayer que el Gobierno declare desastre nacional por los incendios forestales en la Chiquitania, pues hacer aquello es de un país que se siente “impotente e incapaz”.

“Desastre nacional es cuando dices no pude hacer nada como boliviano, yo digo, no, yo puede hacer cosas, como boliviano no me siento rendido, la diferencia entre desastre y emergencia es que en la emergencia utilizas todos los recursos del Estado más ayuda internacional, y en el desastre es (decir), como bolivianos no podemos, vengan extranjeros a ayudarnos”, dijo García en Cochabamba, según un reporte de radio Fides.

Mientras que esta actitud fue ácidamente criticada por varios políticos de oposición, como Carlos Mesa, candidato de Comunidad Ciudadana, quien protestó en sentido de que “el Gobierno nacional está actuando con negligencia para manejar el desastre en la Chiquitania” y exigió que se emita información todos los días sobre la magnitud de la devastación ocasionada por el fuego. Ratificó que normas promulgadas por Evo Morales son las causantes de la pérdida de más de un millón de hectáreas de bosque.

El Gobierno boliviano informó que en los últimos ocho días el 85 % de los focos de calor se extinguieron en la región de la Chiquitania, “lo que consideran que es una muestra de que el fuego está retrocediendo”.

Contrariamente, el gobernador cruceño, Rubén Costas, presentó cuatro medidas de prevención y respuesta a emergencias ocasionadas por incendios. Anunció que dentro de los daños ocasionados se cuantificó que 782.000 hectáreas han sido consumidas en el mes agosto y casi 600.000 en los últimos 12 días. Asimismo, desde el lugar del siniestro se reportaron importantes carencias de material y equipo para los bomberos voluntarios.

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