Londres.- El Reino Unido afronta una crisis política sin precedentes tras la decisión del Gobierno británico de suspender temporalmente el Parlamento, reduciendo el margen de maniobra de los diputados detractores de un “brexit” sin acuerdo.
La reina Isabel II refrendó ayer la petición del primer ministro, Boris Johnson, de paralizar temporalmente la Cámara de los Comunes durante cinco semanas, lo que apenas deja tiempo para tramitar iniciativas que bloqueen una salida abrupta de la Unión Europea (UE) en la fecha prevista del 31 de octubre.