Los líderes del G7 (Estados Unidos, Francia, Alemania, Japón, Canadá, Reino Unido e Italia) reunidos en Francia acordaron crear un fondo de US$ 22 millones para ayudar a combatir las llamas, una iniciativa que fue rechazada en principio por el gobierno de Brasil, que les recomendó utilizar este dinero para “reforestar Europa”.
Pero mientras continúa el forcejeo entre los políticos y el intercambio de insultos velados, y las llamas siguen avanzando sobre la Amazonia brasileña y boliviana, otros incendios -y de mayores proporciones- están ocurriendo en otra parte del mundo, como en África.