Despliegue militar es más político que operativo ante incendios

El coronel en servicio pasivo del Ejército, Jorge Santistevan, manifestó que pese al esfuerzo sacrificado por parte de militares, que realizan trabajos para sofocar los incendios en la Chiquitania, los resultados no son los óptimos porque la planificación es más política que operativa.

"La presencia de un gabinete ministerial de emergencia inútil, solo para tomarse fotos y sensurar la verdadera información, de tal forma que minimizan la misma para evitar el repudio de la sociedad nacional e internacional", dijo.

Explicó que para hacer frente a este tipo de situaciones y otros desastres, el Estado creó el Viceministerio de Defensa Civil, por lo que esta instancia debería estar a la cabeza de toda la operación, porque esa es su función, empero la gestión está a la cabeza del Gabinete de Emergencia Ambiental, que lo único que hace es burocratizar la labor de control y sofocamiento del fuego.

Defensa Civil –dijo– debería coordinar y aplicar un plan con unidades militares, policiales, bomberos y los guardaparques y voluntarios pero aparentemente no cuentan con planes ni con equipos especiales,

En esa línea, explicó que la primera medida de Defensa Civil debió ser el aislamiento del área y organizar campamentos psra personas internamente desplazadas por el incendio donde se les provea de alimentación, atención médica, entre otros, ya que tienen un presupuesto alto, además de ser la institución encargada de recibir y distribuir donaciones, pero “lamentablemente reinó la desorganización”.

ERRORES

Santistevan aseveró que uno de los problemas fundamentales fue que minimizaran la magnitud del fuego, desconociendo que el mismo es un incendio “de sexta generación” es decir el más intenso en su escala. También develó que la reacción tardía provocó la expansión temprana lo que permite desvelar que Bolivia no está preparada para este tipo de desastres.

En esa misma línea, el experto en seguridad y defensa, Omar Durán Rojas, dijo que las tres fuerzas (Ejército, Armada y Fuerza Aérea), que dependen del Comandante en Jefe, se “aplazaron”, ya que no se vio una tarea de prevención, pese a que tienen distribuidas unidades en toda Bolivia.

“En tiempos de paz una de las tareas primordiales de las Fuerzas Armadas tiene que ver con políticas de prevención, pero en este caso no se han recibido los primeros impactos. En estos casos, los puestos militares dan el alerta inicial, pero acá no hubo eso”, dijo.

Aseguró que debería existir un plan de contingencia agresivo contra desastres naturales como estos incendios forestales, que desde hace más de 20 días afectan la zona de Chiquitania, en el departamento de Santa Cruz.

Lamentó que ni siquiera haya 5000 militares combatiendo el fuego, siendo que en Bolivia existen más de 70 batallones, cada uno compuesto por 500 hombres.

“Está bien que uno haga planes de guerra pero en tiempos de paz lo que se tiene que ver es justamente este tipo de conflictos. No hay coordinación entre las tres fuerzas. En el sector hay ríos navegables que la Armada de alguna manera podría tomar hincapié, pero no hay coordinación porque lamentablemente tenemos un Comandante en Jefe que no está manejando bien las cosas”, lamentó.

Aseguró que a través de la Dirección General de Aeronáutica Civil se debería poner a disposición los cientos de avionetas que existen, por ejemplo, en el Beni.

“En el sector de Beni hay cualquier cantidad de avionetas disponibles que podía hacer un trabajo conjunto con un Comandante que dirija las operaciones, esas avionetas, dependiendo si son bi o mono motor tienen una capacidad para cargar entre 800 y 1500 litros de agua”, explicó.

EJÉRCITO

Una publicación de la Agencia Boliviana de Información, el 27 de agosto, señala que el comandante general de las Fuerzas Armadas (FFAA), general William Kaliman, informó que el comando para las operaciones en la Chiquitania se descentralizó en tres comandos operativos que permitirán una respuesta más efectiva para combatir los incendios que afectan esa región.

“Uno que está con base en Roboré, que opera en la región central; tenemos el de Puerto Suárez que está operando en la región de Carmen Rivero Torres, Yacuces, Puerto Suárez y el triángulo Man Césped (...) mientras que el tercer comando es de San Ignacio de Velasco donde tenemos algunos problemas de fuego en lo que es Concepción”, señala la nota.

Detalló que en el primer comando se encuentran desplazados 1.821 efectivos de las Fuerzas Armadas, en el segundo 955 y el tercero, 1.283.

Al respecto, el analista Iván Arias aseveró que la cantidad de uniformados en el sector del desastre es insuficiente ya que lo primero que debió hacer Kaliman es pedir que se declare las Fuerzas Armadas en emergencia y movilizar a sus más de 20.000 efectivos.

“Qué cosa tienen que proteger en las ciudades, qué tiene que hacer el Regimiento Ingavi, Colorados y los otros?, ¿por qué no todas esas divisiones han sido enviadas a aplacar el incendio, porque ese es el màs grande enemigo que tenemos?, cuestionó.

VOLUNTARIOS

Por otro lado, en contacto con Radio Panamericana, Jorge Vaca, denunció la falta de equipos destinado a sofocar incendio de magnitud, trabajo que se realiza a palo y chinela (calzado sin talón, de suela plana y delgada).

“Necesitamos material de trabajo, necesitamos guantes, cascos, ropa adecuada. Salimos de chinelas con baldes, botellas y a palo para combatir el incendio, si bien la ayuda llegó a un grupo de bomberos, pero los voluntarios somos más de 500 y no llega a todos los equipos requeridos”, señaló.

Asimismo, a tiempo de agradecer el apoyo de las personas del país y el exterior, lamentó que los mismos no lleguen a tiempo.

“Llegó una dotación, supuestamente del Gobierno, pero han prohibido dotarnos, no sé qué esperan, parece que quieren hacer como cuando trajeron los equipos médicos, para sacarse fotos y llevárselo, no es así la situación, no hay que hacer político el caso. Nosotros queremos salvar nuestras áreas verdes”, lamentó.