Un mundo lejos del Objetivo de Desarrollo Sostenible

Un informe de la FAO sostiene que la mayoría de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) a que aspira la comunidad mundial, están muy lejos de concretarse. Señala el documento: “Cuatro años después de lanzar la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible, hemos retrocedido en lo que se refiere a acabar con el hambre y hacer que la agricultura y la gestión de los recursos naturales, ya sea en tierra o en nuestros océanos, sean sostenibles. Estar mal encaminados cuando se trata de alcanzar los pilares básicos de los ODS pone sin duda el riesgo en cumplir la totalidad de la Agenda 2030 y hace más difícil nuestro objetivo general de garantizar un futuro sostenible desde el punto de vista económico, social y medioambiental para nuestro planeta y para las generaciones presentes y futuras”.

El informe es categórico sobre las perspectivas de poder acabar con el hambre en la mayoría de los países del mundo que totalizan, casi con seguridad, más del 60% de la población. La verdad es que mientras el mundo persista en “buscar la paz mediante la guerra”, causando más hambre, enfermedades, atraso y destrucción, será imposible que se alcance niveles que permitan asegurar o, por lo menos, tener esperanzas de que pueda haber cambios sustantivos.

Los países ricos y desarrollados, pendientes solamente de su soberbia y orgullo, no ven más allá de sus propios intereses, aun sabiendo y teniendo conciencia de que los enfrentamientos y las guerras no solamente lograrán el atraso y mayor pobreza, sino que contribuyen a que sean destruidos campos de sembradío, cosechas de alimentos necesarios para la humanidad; construcciones que permitan contar con vivienda, locales para educación, centros hospitalarios y provisión de medios infinitamente altos para una convivencia pacífica de los pueblos.

No hay poder que contenga el pretexto sostenido por los armamentistas: “Si vis pacem parabellum” (Si quieres la paz prepárate para la guerra) con la falsa creencia de que “la guerra asegura la paz para los pueblos”, cuando la verdad señala, desde hace muchísimos siglos, que toda guerra causa más hambre, enfermedades, subdesarrollo, destrucción de todo lo que necesita la comunidad mundial y, muy especialmente, las personas que viven o solo existen en los países del Tercer y Cuarto Mundo, donde es imposible salir de los extremos que destruyen lo avanzado por la humanidad, que destrozan lo que es de uso y consumo; que atentan contra cualquier posibilidad de salir de la pobreza y contar con medios que sustenten el desarrollo y progreso de los pueblos.

Alcanzar un Objetivo de Desarrollo Sostenible tiene que ser aspiración de Naciones Unidas, pero anulando, previamente, la soberbia de los que buscan la vida destruyendo vidas, sin lograr progreso, bombardeando ciudades y destruyendo hospitales y centros de educación; anulando todo lo que puede hacer la felicidad del ser humano. En realidad, esa soberbia causa muerte, mayor pobreza, atraso, enfermedades, plagas, etc.