El investigador del Cedla, Enrique Ormachea, dijo que el Gobierno plantea llegar a 13 millones de hectáreas cultivadas en 2025; sin embargo, el Ministerio de Desarrollo Rural y Tierras advertía, en 2012, que las tierras agrícolas disponibles en el país serían de solo 8,9 millones de hectárea, pero de consumarse la cifra se llegaría a áreas forestales.
Para Ormachea, Bolivia se sitúa entre los países con los menores rendimientos agrícolas de la región y con distancias abismales en relación a la productividad alcanzada por los países desarrollados.