Cebras se movilizaron en defensa de la Chiquitania

Una singular movilización protagonizaron ayer las educadoras urbanas, Cebras, que con carteles en mano manifestaron su apoyo a la fauna y flora que está siendo devastada por los incendios forestales de más de un millón de hectáreas en la Chiquitania boliviana.

La concejala Kathia Salazar junto a la responsable del refugio ecoturístico Senda Verde y un grupo de voluntarias del cuidado del medioambiente, encabezaron la marcha que recorrió calles aledañas al Palacio Consistorial.

“Queremos expresar este sentimiento de corazón cebra, con espíritu de ciudadano y de voluntariado, mi persona como Mamá Cebra trata de compartir lo que tantos años hemos hecho, proteger la vida, reivindicar cosas que se están descuidando todos los días, y hoy salimos en una acción por la vida, por la flora y fauna”, señaló la concejala.

Según datos del Centro de Documentación e Información Bolivia (Cedib) del 2016, Bolivia pierde anualmente 350 mil hectáreas de bosque por la deforestación legal y clandestina; sin embargo, esta cifra fue ampliamente superada con los incendios forestales ocurridos este año y que afectaron a ocho áreas protegidas.

“Son momentos muy dolorosos para toda Bolivia, el mensaje es: transformemos esa incertidumbre, ese dolor que tenemos por lo que está sucediendo de ver cómo estamos perdiendo por el fuego, transformemos ese dolor en un mensaje de compromiso para cuidar la naturaleza, para cuidar un animal donde lo veamos, con mucho amor vamos a lograr reconstruir lo que hemos perdido, tenemos que cuidar el medioambiente”, afirmó por su parte Vicky Osio, responsable del refugio ecoturístico Senda Verde.

Osio no descartó que en este espacio ubicado en Nor Yungas del departamento de La Paz, puedan ser albergadas algunas especies de animales que fueron rescatadas del fuego en la Amazonía.

“Han muerto calcinados muchos animales, están otros buscando áreas verdes, las aves se van a acercar a la ciudad, la consigna es poner agua en las terrazas de las ciudades, granos, choclo, semillas para que puedan comer por su cuenta, la idea es que cuando se restauren ciertas áreas puedan volver, no sacarlos de su hábitat y llevarlos a cautiverio. Del Beni van a llegar un puma y un ocelote bebé que al escapar del fuego han perdido a su mamá y ellos tendrán que llegar para cuidarlos en Senda Verde”, dijo la responsable de Senda Verde.