Los Taquipayas a un año de sus bodas de Oro

Los Taquipayas visitaron EL DIARIO para hacer bailar a los trabajadores y para compartir sus historias a un año de cumplir sus bodas de oro, su fundador y director Justo Ponce, nos contó el significado del nombre, los vericuetos legales que ya concluyeron y las perspectivas de un grupo que se nutrió de nuevos miembros.

Se fundó un 15 de agosto de 1970 y los primeros integrantes fueron el fundador Justo Ponce, Freddy Carvajal (quien falleció), Eduardo Ugarte e Ismael Nájera, luego se sustituyó por Jorge Ramírez y Eduardo Vargas, ahora están Cristóbal Serna, Efraín García Lujan, Herbert Valeriano y obviamente Justo Ponce, quienes mejoraron la parte musical y las voces.

Hace más de diez años Los Taquipayas tuvieron un problema que se libró en los estrados judiciales con algunos de sus exintegrantes, quienes quisieron llevar el nombre del grupo, adicionando una “muletilla”, dijo Ponce, pero más bien se solucionó.

“Es necesario decir que Los Taquipayas ahora es una marca registrada y el propietario es Justo Ponce Cruz, fundador del conjunto”, aclaró Efraín García Lujan, quien interpreta la guitarra en Los Taquipayas.

Ponce comentó que él como fundador y director del grupo registro el nombre en el Instituto Boliviano de Cultura (IBC) que luego se constituyó el Servicio Nacional de Propiedad Intelectual (Senapi), “el nombre es una construcción mía que se desprende de la palabra Takipayanaku que significa cantaré coplas y lo puse la revés”, manifestó el director del grupo.

PROYECTO ANHELADO

El centro cultural “Los Taquipayas” es un proyecto anhelado que aún no tiene financiamiento pero no pierde la esperanza Justo Ponce, de que algún rato, sean las autoridades u otras instituciones que apoyen la construcción de esta idea que generará la permanencia de un estilo musical innovador y fresco en el conjunto del folclore nacional.

“UNA TOCADITA”

Los Taquipayas al bajar hacia la sala de imprenta del periódico decano de la prensa boliviana EL DIARIO, uno de los trabajadores se emocionó tanto que empezó a zapatear y pidió una “una tocadita” para zapatear y contagio a los artistas que interpretaron un tema musical a su estilo y bailaron junto a él, terminó la música y los envolvió en abrazos, dándoles las gracias.